Subvenciones a la educación técnica, ¿a quién benefician?

Abr 16 • Mutualismo • 8389 Views • 6 comentarios en Subvenciones a la educación técnica, ¿a quién benefician?

 

Capital físico y capital humano son complementarios: las innovaciones en el primero deben acompañarse de cambios en el segundo por una razón obvia; el nuevo equipo necesita de personal especializado para gestionarlo. Así, dos efectos típicos de la II Revolución Industrial han sido la creciente cualificación de la mano de obra y la proliferación de cuadros técnicos (químicos, físicos, geólogos, gerentes, etc.) hasta nuestros días.

Por ese motivo, Kevin Carson considera que la educación universitaria subvencionada, al multiplicar artificialmente el número de licenciados, tiende a favorecer organizaciones más especializadas e intensivas en capital (Org Theory, p. 88):

The state’s education system provides a technical labor force at public expense, and whenever possible overproduces technical specialist on the level needed to ensure that technical workers are willing to take work on the employers’ terms.

Yo mismo incluí esa observación en el primer ensayo sobre Teoría de la organización, pero soy cada vez más escéptico. En primer lugar, no es evidente que la educación técnica favorezca más a las grandes empresas especializadas que a las pequeñas empresas equipadas con tecnologías multiusos. Además, los conocimientos universitarios proporcionan una base para formar nuevas empresas (asignaturas de contabilidad, economía, derecho mercantil, etc.) que desafíen a las ya establecidas, de modo que probablemente ambas tendencias se compensen.

Más bien, cabe apuntar a las subvenciones a la I+D, a las exenciones a la depreciación del capital y a la externalización de la investigación en las universidades públicas y el ejército, que proporcionan patentes a la empresa privada.

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6 Responses to Subvenciones a la educación técnica, ¿a quién benefician?

  1. La formación en masa de licenciados -tanto en EEUU como en Europa con una formación que va poco más allá del adiestramiento genérico- prepara hornadas de pequeños burócratas del estado y de la empresa. Olvídate si piensas que sirve para emprender, no sólo te lo digo por experiencia propia y de mis compañeros de coop, sino después de dedicar un año a estudiar los casos de éxito en incubación en varios cientos de incubadoras universitarias.

    Originalmente la masificación universitaria sirvió a los regímenes totalitarios (en España Primo de Rivera con la UCM, en Portugal el Estado Novo con la gigantesca universidad de Lisboa) para ganar a una clase media sin rentas con la promesa de una «plaza en propiedad» equivalente en rentas a un minifundio. Pero era un esquema Ponzi. Como el caso griego demostró y ahora se ve alborear por la península).

    Al final tienes una formación vacía para la gran mayoría que por no aportar no aporta ni cultura general y cada vez menos huecos para la pasión por el conocimiento. Un puro desastre.

  2. Fede dice:

    Hola Victor,

    Soy de Argentina. ¿Cuál es la postura mutualista sobre la expropiación de YPF y el tratamiento de la energía?

    Saludos!
    Excelente blog!

  3. Victor L. dice:

    @ David de Ugarte:

    Tienes razón respecto a la educación universitaria, pero también es cierto que empresas más pequeñas y/o más descentralizadas necesitan trabajadores con cierta cualificación. Eso no sólo implica educación universitaria, sino formación profesional (muy devaluada en España, pero bastante apreciada en otros países más avanzados como Alemania).

    @ Fede:

    Hola Fede, bienvenido y muchas gracias. Repsol YPF nació de una privatización ilegítima de una empresa estatal española y se ha expandido a costa de una empresa estatal argentina (YPF). Es una gran empresa que debe su origen y -en gran parte- su situación actual al Estado. En mi opinión, debería pasar a manos de sus trabajadores tanto en España como en Argentina, y como mínimo tendrían que despojarla de todos sus privilegios.

    No compartimos la postura ni de Kirchner ni del gobierno español.

  4. Fede dice:

    Gracias por responder Victor!

    Yo también estoy de acuerdo en que las empresas estatales pasen a manos de los trabajadores, pero en este caso, quién va a aportar el tremendo capital que se necesita para la inversión?

  5. @ Fede:

    El estado promueve tecnologías y formas de organización a gran escala mediante, por ejemplo, la infraestructura de transportes o las subvenciones a la educación técnica de las que habla este post. Un contexto sin estado probablemente daría lugar a un paradigma tecnológico muy distinto, en el que se usarían tecnologías intermedias que requerirían menor inversión y menor capital.

    Por tanto, a menudo no será necesario un «tremendo capital». Pero en los casos en los que sí sea necesario, todavía podrán existir grandes inversores. La diferencia es que, salvo circunstancias excepcionales, una vez recuperasen su inversión inicial más las rentas de innovación y la preferencia temporal, serán incapaces de extraer mayor beneficio sin recurrir a la coerción. Esto es lo que cabe esperar en un libre mercado. La empresa entonces pasaría a ser de facto propiedad de sus trabajadores, que recibirían el producto íntegro de su trabajo.

  6. Horacio dice:

    Muy bueno el cambio de aspecto. Me gusta más. Continúo leyéndolos, desde la casi total inactividad; pero leyéndolos al fin. Un saludo.

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