Más sobre el mercado de trabajo
Albert Esplugas responde en el apartado de comentarios de su blog. Contesto cita por cita:
Si dices que es «totalmente incorrecta», también deberías explicar por qué la mayoría de trabajadores recibe salarios bastante superiores al salario mínimo, ofreciendo los empresarios 1000 euros, 1500 o 2000 al mes cuando podrían ofrecer 624 euros. Esta realidad muestra que los salarios, lejos de igualarse a la baja, tienden a ajustarse a la productividad marginal en la medida en que el mercado opera (y sí, en el actual contexto intervenido, el mercado también opera).
El hecho de que el mercado de trabajo sea un monopsonio (u oligopsonio) no implica que los consumidores (empresarios) puedan imponer unilateralmente el precio del factor trabajo, sino que pueden adquirirlo en condiciones más ventajosas de las que obtendrían en un mercado libre.
Supongamos un caso de monopsonio en que existe un único empresario, A1, que está dispuesto a ofrecer hasta 200 $ por el factor trabajo, y dos obreros, B1 y B2, que están dispuestos a trabajar a partir de 60 y 50$. En este caso, el salario se situaría entre 50 y 60$, y B1 quedaría excluido del intercambio.
Ahora supongamos que la competencia se libera; aparece un nuevo empresario (A2) dispuesto a ofrecer hasta 90$; al tiempo que A1, ante la nueva situación, ya no está dispuesto a ofrecer más de 110$ (como ves, la demanda total de trabajo se mantiene en 200$, solo que dividida entre el mayor número de competidores), mientras B1 y B2 continuan dispuestos a trabajar a partir de 60 y 50$.
A pesar de haber descendido la productividad marginal del trabajo y, como consecuencia, el salario máximo que los empresarios estaban dispuestos a pagar, el precio del trabajo será mayor: se situará esta vez entre 60 y 90$.
Y conforme añadamos competidores, la situación de los obreros mejora.
Por cierto, Mises, en La acción humana, pasó por alto este hecho al tratar el monopolio de demanda (monopsonio) debido a que no contempló la posibilidad de que la oferta de los productores (obreros) fuese altamente inelástica, como en el caso del mercado de trabajo (véanse las pp. 460-2, de la edición en castellano).
Volviendo al asunto, el hecho de que los trabajadores cobren por encima del salario mínimo no es óbice de que estén lejos de percibir su producto completo. Si en el ejemplo expuesto el salario mínimo se situara en 50$, ello no impediría que el precio de mercado –incluso en situación de monopsonio- se situara entre 50 y 60$, siendo 200$ su productividad marginal.
Algunas diferencias se explican por las barreras migratorias. En otros casos la productividad de los trabajadores occidentales es superior no solo por su formación, que en ocasiones podría ser la misma, sino por los bienes de capital que complementan su trabajo y escasean en países menos desarrollados. La capitalización de una sociedad a lo largo de los siglos/décadas explica buena parte de las diferencias salariales de sus trabajadores. De nuevo, las restricciones estatales al movimiento de capitales impide aprovechar y equilibrar esas diferencias.
Un par de apuntes sobre esto:
1. Las barreras migratorias son consecuencia, no causa, del subdesarrollo de los países emisores de emigrantes: si tales países fuesen lo suficientemente prósperos, tales barreras serían innecesarias.
2. Para el caso que mencioné (trabajadores de Nike con ocupaciones similares en países diferentes: EEUU, China y Filipinas), la productividad marginal no justifica las diferencias salariales, porque es la misma –si descontamos los costos de transporte, que no suponen un monto apreciable-. La producción, las instalaciones, la formación y el precio final del producto son prácticamente idénticos en una fábrica de Nike en EEUU que en China, luego la pregunta sigue en pie. Una respuesta satisfactoria debe tomar en cuenta que las barreras a la competencia por el trabajo son más acusadas en China y Filipinas que en EEUU.
De hecho, tú mismo pareces intuir esto cuando dices: “no cabe afirmar que todos los trabajadores cobran o cobrarán un salario igual a su productividad marginal en el corto plazo, sino que ésa es la dirección en la que se mueve el mercado, la tendencia.” Sucede que la tendencia queda impedida por las barreras estatales a la competencia, y la disparidad entre salario y productividad nunca se liquida.
Quizás no he sido preciso en este punto. La demanda real obviamente no es infinita, pero el número de tareas útiles que puede desempeñar los trabajadores es muy superior al que de hecho pueden ofrecer, motivo por el cual siempre (en un mercado libre) hay un trabajo a desempeñar. En la medida en que la sociedad se capitaliza, la productividad de los trabajadores aumenta y los salarios tienden a ajustarse a esa productividad por efecto de la puja competitiva entre empresarios (incluyendo a los propios trabajadores deviniendo empresarios). La tierra es escasa pero el factor trabajo es menos específico y aún más escaso, motivo por el que hay tierra sin utilizar y la seguirá habiendo, y el capital es más escaso que el trabajo que puede comprar o complementar. En definitiva, el factor trabajo es relativamente más escaso y su precio tiende a ajustarse a su productividad en la medida en que se permite la puja empresarial por emplearlo en distintos proyectos.
En ese caso estamos de acuerdo, salvo por el matiz de que una mayor capitalización no implica que el salario de los trabajadores tienda a igualares con su productividad, sino simplemente que la productividad aumenta mientras el salario queda pendiente de ascender a posteriori como consecuencia de la competencia entre empleadores (quiero decir, no hay una relación necesaria entre capitalización y la correspondencia del salario con la productividad, sino que son dos cuestiones diferentes).
Si bien es cierto que, como apuntas, el capital y la tierra disponibles exceden al trabajo, los títulos artificiales sobre los usos del capital (patentes) y de la tierra (parcelas públicas, pendientes de calificación, etc.) tienden a limitar todavía más la demanda de trabajo.
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One Response to Más sobre el mercado de trabajo
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Si si… supongamos que… los empresarios deciden aprovechar el contexto de pánico de la crisis económica para hacer «limpieza» de mano de obra, aprovechando las bajas indemnizaciones que permite el despido «por causas económicas» (20 dias por año trabajado): eso se le llama, como dice Esplugas… «pacto voluntario entre las partes».
Por cierto: ahora lo de la productividad marginal es «la dirección a la que se mueve el mercado» o sea «una tendencia»: tocate los cojones. Si no sabeis como calcular la productividad marginal de un trabajador, nos quieres convencer que sois capaces de analizar «la tendencia» que se genera? ¿De algo que no sabeis calcular?