Los Chiemgauer, moneda con oxidación
Fragmento de libro Monedas Regionales, Nuevos instrumentos para una prosperidad sustentable Bernard Lietaer y Margrit Kennedy
Las personas interesadas compran estos Chiemgauer únicamente con euros. Con estos bonos, los participantes pueden pagar a los comerciantes que los aceptan. Los comerciantes que reciben estos bonos tienen entonces que elegir entre pedir que se les cambie sus bonos por euros, en este caso deben pagar unos gastos de cambio equivalentes a1 5% de la suma, o bien los utilizan para pagar a sus proveedores, en este caso no pierden ese 5%. Con estos bonos, pueden, si lo desean, pagar la publicación de un pequeño anuncio comercia1 en el periódico local. La central de emisión cobra sus gastos de emisión (impresión, etc.) con el margen del 2% que se detrae de la diferencia entre e1 3% garantizado a los compradores y el 5% de los gastos de cambio.
Fueron los padres de la escuela los primeros que compraron Chiemgauer. Por un sistema de abono que les permite cambiar, por ejemplo, todos los meses, 200 euros contra 206 Chiemgauer, han dado el impulso necesario al lanzamiento del proyecto y a su buen funcionamiento. Los margenes detraídos gracias a los abonos han permitido a la escue1a financiar las obras de ampliación. Poco a poco, otras iniciativas de otros participantes se han asociado al sistema, que pronto se ha extendido a todas las zonas de la región.
La circulación de la moneda está garantizada de sistema de canon. Técnicamente esto se llama oxidación, el equivalente al coste del parking para e1 dinero. Es exactamente lo opuesto al interés: en vez de recibir intereses por depositar un dinero en una cuenta, la oxidación es un coste para estimular la circulación del dinero. En el caso del Chiemgauer, al inicio de cada trimestre se debe pegar un timbre sobre el bono que se corresponde con e1 2% de su valor facial para que la moneda pierda valor. Las rentas generadas por los timbres aseguran la entrada de dinero suplementario para financiar diferentes proyectos de naturaleza social. En 2008 se ha llevado a cabo una encuesta dirigida a los usuarios del Chiemgauer con el objeto de decidir si merece la pena simplificar el sistema eliminando o reduciendo la frecuencia de los cargos de oxidación. La sorpresa fue que los comerciantes, que inicialmente desconfiaban de la oxidación, son ahora sus defensores. Un propietario de cines, por ejemplo, explicaba que cada vez hay un mayor flujo de clientes nuevos en las últimas semanas del trimestre porque de ese modo la gente puede evitar los timbres de la oxidación. Para los comerciantes, son las mejores semanas del trimestre.
Un estudio realizado sobre la circulación del Chiemgauer ha revelado igualmente que los bonos en Chiemgauer circulan como promedio unas 20 veces al año frente a las tres veces y media de los euros. Esto quiere decir, que el Chiemgauer crea casi seis veces más negocio que el empleo del euro.
A finales de 2006 se ha empezado a emitir igualmente Chiemgauer electrónicos que se denominan e-Chiemgauer . Después de dos años circulan alrededor de diez veces por ano, esta es la ve1ocidad que habían alcanzado los bonos después de dos anos.
Al principio, los comerciantes tenían la costumbre de cambiar sus Chiemgauer por euros a la primera ocasión. Ahora, ellos utilizan cada vez más los Chiemgauer para efectuar los pagos a sus propios proveedores, lo que les permite evitar pagar el 5% de gastos de cambio. Esto explica igualmente por qué la velocidad de circulación aumenta después de varios años de puesta en marcha.
El efecto sobre todos los participantes es claro: ellos pagan en Chiemgauer desde que se les ofrece la oportunidad, y prefieren gastar los Chiemgauer al euro, sobre todo para cierto tipo de compras. Y éste es el objetivo. Las empresas participantes de la región han tenido que aceptarlos porque su actividad ha mejorado. Y los ingresos del sistema benefician a proyectos medioambientales, sociales o culturales puestos en marcha por asociaciones locales. Por ejemplo, la escuela Waldorf recibió de este modo una renta suplementaria de unos 6000 euros en 2007.
Los comercios que aceptan este medio de pago deben asumir un pequeño coste suplementario. Pero esto resulta menos caro que los medios tradicionales disponibles para conseguir nuevos clientes o fidelizar a los anguos: la publicidad, las rebajas o los bonos recortables de los periódicos. Además, saben que esta parte financiera, por otra parte poco importante, sostiene las actividades de las asociaciones locales. Por otra parte, al contrario que las tarjetas descuento propuestas por los grandes almacenes, las informaciones relativas a los clientes no son utilizadas con fines comerciales2.
La ventaja del sistema es que se puede cambiar sus bonos en euros, y al contrario, según los gastos a los que se debe hacer frente. La existencia de esta pasarela entre los dos sistemas monetarios permite igualmente evitar un incremento irresponsable de la masa de Chiemgauer en circu1ación.
El Chiemgauer se ha asociado recientemente a un sistema local vecino, el Sterntaler. Juntos son utilizados en estos momentos por 820 comercios y empresas de diversa factura. Diez sucursales de bancos locales son en la actualidad emisores de Chiemgauer, así como otros treinta negocios. El volumen en circulación alcanza el equivalente a mas de 250,000 euros a mediados de 2008, de los cuales 130,000 es en forma de bonos y 120,000 es en forma electrónica. Estas cantidades pueden parecer modestas, pero crean una cifra de negocias equivalente a 3,800,000 euros al año para la economía regional3. Además, como los negocios no aceptan de media más del 80% del precio total4, hay que multiplicar esta cifra de negocios por un tercio y sumarle el resultado para obtener 4,750,000 euros5. Finalmente, se estima que una vez que los clientes obtienen información sobre un negocio por la red Chiemgauer o por Internet, compran en euros directamente, incluso cuando no tienen Chiemgauer para gastar. Este volumen por »carambola» es estimado como mínimo en medio millón de euros. Esto quiere decir que el modesto volumen de 200.000 Chiemgauer genera un volumen de negocio y de empleo valorado en más de 5.000.000 de euros.
Resulta interesante señalar que los bancos también están promoviendo los Chiemgauer porque los participantes dejan sus euros en una cuenta bancaria y no los retiran en tanto no tienen necesidad de Chiemgauer . Es por este motivo por el que el banco GLS colabora estrechamente en la actualidad con los organizadores del Chiemgauer. Gracias a este partenariado, se pueden sacar Chiemgauer en ciertos cajeros automáticos de la región. Además, los capitales con los que el Chiemgauer son comprados se acumulan con el paso de los anos y pueden ser distribuidos bajo la forma de créditos a corto plazo, por ejemplo, a una pequeña empresa en dificultad que tenga necesidad de reembolsar un descubierto.
En Australia, en un proyecto parecido, si bien con una orientación más comercial el 70% de los bonos había sido cambiado por dólares al acabar el primer ano. El segundo ano solo el 7%: los dólares depositados en las cuentas bancarias han permitido rescatar varias firmas australianas6.
2http://www.chiemgauer.info/
3 130.OOO Chiemgauer bonos en circulación x 20 = 2,600,000, y 20.000 Chiemgauer circulación x 10 = 1,200,000 en 2008.
4 La mayor parte de los negocios aceptan los Chiemgauer al 100%, pero en el comercio mayorista rara vez éste es el caso: una media del 70% de aceptción en Chiemgauer. Gelleri estima que, como promedio, el conjunto de transacciones acepta el 80% en Chiemgauer.
5 3,800,000 euros, divididos por 0,8, representan 4,700,000 euros.
6El Save Australia Buyer club precisamente a sido creado para realizar rescates progresivos de firmas Australianas : según Robert Walsh, que esta desde el principio en el proyecto, 80% de las empresas Australianas son de propiedad extrajera, que no pagan nada mas que el 6% de los impuestos por el gobierno federal Australiano. En efecto la mayor parte de estas firmas han ubicado sus sedes en paraísos fiscales como las islas Cook, lo que les permite desficalizar los beneficios de las empresas Australianas, Para hacer evolucionar este estado, el Save Australia Buyer club emite y vende bonos que circulan como una verdadera moneda. Gracias a los ingresos de la venta de estos bonos, se acumula un capital que permite rescatar empresas Australinas
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16 Responses to Los Chiemgauer, moneda con oxidación
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Oh, no, ¡los gesellianos atacan de nuevo!
oyeee no postees tan seguido !!! 🙂
Jum, no me había dado cuenta de que estaba colgado el mismo día, ¿hay alguna forma de eliminar mi post pero guardándolo para postearlo más tarde?
dejalo ya fue
Marco ¿porque los gesselianos siempre hablais de promocionar el consumismo como si fuera algo positivo?
@ Hugo:
Ya creo que se ha explicado varias veces el funcionamiento y el objetivo de las monedas oxidables.
En primer lugar se debe comprender que el crecimiento exponencial generado en una primera fase por las monedas oxidables tiende precisamente a perder «aceleración» y la curva final luego de consolidarse es de pendiente cero. Esta descripción gráfica es en parte asociada al crecimiento de los seres vivos en la naturaleza y no en vano Gesell habla de su propuesta monetaria como «El orden económico natural».
Por otra parte no es consumismo en sí mismo, es por el contrario un crecimiento de la economía donde se desarrollan plenamente las fuerzas productivas. Actualmente vivimos en una sociedad consumista y tal cosa nada tiene que ver con monedas oxidables ni nuestro dinero funciona con esa filosofía.
La pobreza sólo se acaba creando riqueza en manos de todos. No con extraños cultos a la escasez.
Según tú mismo:
Eso es consumismo.
El dinero no es riqueza. La producción es riqueza.
Tú mismo dices de las monedas oxidables:
Pendiente cero? No significa precisamente eso la «escasez» que tú mismo criticas.
El discurso está muy bien, pero la realidad es la realidad. Honestamente, a mi me gustaría que hubiera un expeimento a largo plazo de moneda oxidable sin otra moneda al lado para que pudierais ver lsconsecuencias que produce. El camino al infierno está plagado de buenas intenciones.
claro , lo que se quiere es poner a trabajar los recurso ociosos de las comunidades con economías aletargadas, donde los capitales son constantemente absorbidos por los centros financieros , osea ciudades grandes
Esto es un argumento a favor de la competencia de monedas, no a favor de las monedas oxidables especificamente.
También quería decir que la mayoría de las veces los llamados recursos ociosos no son tales, sino que son malas inversiones, y crear papelitos tintados no va a hacer ningún bien a la economía.
Por si te interesa indagar más sobre esto: http://www.errorespuntuales.es/content/porque-los-precios-s%C3%AD-pueden-subir-en-medio-de-una-recesi%C3%B3n-con-paro-alto
Bueno de hecho la existencia de recursos ociosos y la naturaleza de las inversiones son dos caras de la misma moneda 🙂 y la naturaleza de «esa» moneda determina en mucho ambas, sabes que es «El costo de capital del proyecto»? sin meternos demasiado con los aspectos técnicos, digamos que este «costo de capital» tiene, no uno, sino tres componentes:
la tasa de interés de la moneda utilizada;
el costo del capital de accionistas, y
un índice de ajuste que refleja la incertidumbre existente acerca del flujo de fondos del proyecto mismo:
El tercer componente depende sólo del proyecto y no se ve afectado por la moneda que se emplee. Cualquiera sea el sistema monetario, el ajuste se mantendrá idéntico, los primeros dos componentes sufren los efectos directos del sistema monetario vigente y del interés.
Sin hiciéramos un análisis sobre como se relaciona el interés y las inversiones nos toparíamos con otro de esos conceptos económicos con nombres difíciles «flujo de fondos descontado» que dice este lindo concepto? que si comparamos cualquier inversión razonable con el interés compuesto generada con el capital de la inversión en un banco, mientras mas de largo plazo sea la inversión menos rentable es… imagínate que pasa cuando los intereses son negativos o tienden a 0 🙂 el mundo cambia por completo.
Mas allá de la competencia monetaria, cada comunidad debería tener la potestad de elegir su moneda dependiendo de sus objetivos y la función de una monedad nacional o global si quieres debería ser algo como lo que propone Bernard Leitear aqui: http://www.mutualismo.org/2008/11/%E2%80%9Cel-futuro-del-dinero%E2%80%9D-por-bernard-lietaer-part-ii/
Saludos
o paises
Hugo, el concepto de «recursos ociosos» que utilizan los gesellianos está muy vinculado con el keynesianismo (Keynes lo toma de ellos, de hecho): suponen que la naturaleza de la moneda hace que el tipo de interés sea artificialmente elevado y, por tanto, exista una especie de equilibrio con desempleo y subproducción. No se trata exactamente de malas inversiones, sino de ausencia de inversiones. El error de Gesell fue no advertir que el descenso de los tipos a corto plazo mediante la oxidación es una forma de consumo de capital, incapaz de mantener un descenso sostenido a largo plazo. El consumismo que denuncias es un buen ejemplo de eso.
En mi opinión, las únicas recetas sostenibles son la banca libre y la banca mutualista, aunque actualmente me preocupa más la distorsión en la estrucutra de las empresas que produce el monopolio bancario que la cuestión del tipo de interés en sí.
Estoy de acuerdo.
Por eso he puesto, en la mayoría de los casos los recursos ociosos son malas inversiones, pero no he dicho siempre. Puede ser que alteraciones en el mercado del dinero, por ejemplo una mala reacción a un aumento de la demanda por efectivo, lleve a que haya recursos productivos ociosos.
Pero en lo que yo he estudiado de historia económica y monetaria he observado que en una mayoría de los casos lo que los keynesianos llaman recursos ociosos en realidad son malas inversiones.
PS: Desconocía que Keynes había tomado la idea de recursos ociosos de Gessell.
Tienes razón, había olvidado el matiz.
En cuanto a la relación de Keynes con Gesell, él mismo elogia su obra en varias ocasiones a lo largo de la Teoría General, y llega a decir que «el porvenir aprenderá más de Gesell que de Marx». Al parecer, leyó sus obras en la posguerra, y junto con la teoría de subconsumo de Hobson es uno de sus predecentes ‘naturales’. Incluso le dedica una crítica con la intención de demostrar que él ha ido más alllá de Gesell -que a mí, personalmente, no me convence.
«Los recursos ociosos», siempre hay tanta ambigüedad en política, economía y religión.
yo pienso que si hay herramientas, hombres desocupados, y materias primas y hay gente que no cubre sus necesidades mas básicas, no puede importar cuan mala es la inversión los recursos «están ociosos»… como dicen por ahí «La verdad de la milanesa»
Es mas siguiendo la linea de mi otro «lumiere» Henry George, solo hombre y materias primas ociosas, solo eso falta para crear «excedente» (herramientas, ahorro, osea inversión real)