Una mirada crítica del Orgullo LGTB 2011
El siguiente texto (NO ES MÍO) es de una octavilla anónima que se repartió durante la mani-fiesta del Orgullo Gay 2011 en Madrid, el 2 de julio. Hubo presencia de al menos dos partidos, IU y UPyD, así como publicidad de numerosas discotecas y, por algún motivo, también de McDonalds y de Burger King.
Por una lucha contra el sexismo y la homofobia, libre de autoridad mercancía
Este mes de junio se cumplen cuarenta y dos años de la revuelta de Stonewall. Lo que en un principio fueron unos disturbios motivados por la reacción de la gente ante una redada policial en un pub (Stonewall Inn) de Nueva York, dio paso a un agitado verano en el que buena parte de la comunidad gay se rebeló contra una condiciones de vida marcadas por el hostigamiento social y policial.
Cuarenta años después, Stonewall se ha convertido en un mito que alienta el desarrollo de un nuevo movimiento social: el de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales a lo largo de todo el planeta.
El 28 de junio se celebra el día del orgullo gay internacional y, como todos los años, este Sábado 2 de julio, una manifestación recorre las calles de nuestra ciudad, poniendo en evidencia el desdén hacia unos valores que originalmente llevaron a muchxs a rebelarse contra la policía por ser la mano ejecutora de un sistema que reprime e invisibiliza a quienes reivindican el derecho a elegir su identidad sexual, sentir, pensar y amar libremente.
Asistimos hoy, a la traición de una lucha cuyos precursores comenzaron enfrentándose al orden establecido. Hace 42 años, muchas personas sufrieron la represión por participar en unas protestas y disturbios encaminados a combatir la imposición de un patrón de vida estandarizado, basado en el control de lo público y lo privado.
Un capitalismo amoral y flexible, que se adapta y muta para fortalecerse, ha asimilado y domesticado este espíritu de lucha para convertirlo en una mercancía más, al servicio de la economía. Tanto la derecha liberal como la izquierda oficial aplauden y patrocinan el espectáculo en que se han convertido las reivindicaciones originales del movimiento.
No nos interesa una oposición dogmática e irracional, que reproduzca los esquemas autoritarios que dicen combatir ni aquella que menosprecie el valor de nuestros compañeros varones, en la lucha contra la dominación.
Porque ser bisexual u homosexual no es mejor que ser heterosexual ni viceversa. Porque ningún criterio racional sitúa a las mujeres por encima de los hombres ni al revés. Porque tener o adoptar una identidad o preferencia sexual es una opción individual que no puede ser violada, juzgada o criticada por nadie externo al propio interesado.
Nosotrxs no nos adscribimos a ninguna doctrina. Buscamos relaciones sin predominio alguno que justifique la respectiva ideología para mantener la dominación, hasta ahora machista. Nos negamos a derrocar un sistema de opresión para sustituirlo por otro de signo opuesto.
Rechazamos la mercantilización de esta lucha por parte de los distintos agentes del capitalismo (prensa, mercado, políticos…) y queremos proponer una respuesta al clima lúdico-superficial con que se vive la protesta del Orgullo Gay. Recordando y solidarizándonos con todas las víctimas de la opresión, abusos y discriminación por razón de identidad sexual, género, preferencia… o cualquier otra decisión privada en la que nadie tiene derecho a incidir.
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