Aclaraciones sobre la carta de Proudhon
Stiwie ha abierto un post en su blog comentando la carta de Proudhon que traduje, por lo que me gustaría hacer algunas puntualizaciones para evitar confusiones. Al parecer, él mismo y alguno de sus lectores han interpretado la carta como la “anarcocapitalización” de Proudhon, en lugar de ver esa aparente superación de sus ideas anteriores como su consecuencia lógica, sin demasiadas variaciones.
En ¿Qué es la Propiedad? , libro que abre con la provocativa respuesta “la proprieté c’est le vol” (la propiedad es el robo) sus argumentaciones se centran única y exclusivamente sobre la propiedad de la tierra, que considera un robo como consecuencia de que su propietario, el terrateniente, pide al arrendatario el pago por un instrumento –la tierra- que no ha creado.Así nos dice al respecto:“Cicerón compara la tierra con un amplio teatro […]. El teatro, dice Cicerón, es común a todos; sin embargo, cada uno llama suyo al lugar que ocupa; lo que equivale a decir que cada sitio se tiene en posesión, no en propiedad. Esta comparación destruye la propiedad y supone por otra parte la igualdad.”“[…] nació con el trabajo la posesión privada, el derecho en la cosa, jus in re, pero, ¿en qué cosa? Evidentemente en el producto, no en el suelo […].”Y estas últimas no dan ya lugar a dudas:“Acepto que el trabajador haga suyos los frutos; pero no comprendo cómo la propiedad de los productos puede implicar la de la tierra.”“El hombre lo ha creado todo, menos la materia en sí. Ahora bien, sostengo que es esta materia la que él no puede más que poseer y usar, con la condición permanente del trabajo, por el cual solo adquiere la propiedad de lo que ha producido.”“¿Por qué el arrendatario ya no adquiere, mediante el trabajo, esa misma tierra que el trabajo otorgó ayer al propietario?”“Que, así como el viajero no se apropia de la carretera que pisa, el campesino no se apropia el campo que siembra […]”.“He aquí precisamente en qué consiste el monopolio del propietario que, a pesar de no haber creado el instrumento, se hace pagar, sin embargo, su servicio”.Pero, a pesar de que toda esta argumentación se desvanece si se aplica a los medios de producción artificiales, Proudhon negó la propiedad privada incluso para estos, por lo que la corrección que vemos en su correspondencia posterior es , en realidad una consecuencia lógica de su propio pensamiento. Él, al comprender que toda propiedad legítima nace, en realidad, de los frutos del trabajo de su propietario, o de quien voluntariamente le cedió su propiedad, acaba oponiéndose tan solo a la propiedad de la tierra, y admite la propiedad de los bienes artificiales.Es por eso que si bien puede ser precedente de la “moderna teoría libertaria de la propiedad legítima”, no es un anarcocapitalista ni comparte su teoría de la propiedad. Él siguió condenando la renta, el interés y el beneficio, aunque su herramienta principal no fuera el ataque a la propiedad en sí misma –ni mucho menos la expropiación que propugnarían los marxistas y anarquistas posteriores- sino la guerra a los monopolios a través de los bancos mutualistas, que debían otorgar créditos baratos a sus asociados para forzar así al Banco de Francia a hacer lo mismo. De ese modo, el laissez faire, sería la muerte de las tres clases de ganancia (renta, interés y beneficio) censuradas por Proudhon, y posteriormente por Tucker, Spooner, Greene, etc.En este punto me alegro de tu acertada reflexión acerca del término socialismo en los círculos liberales y no puedo estar más de acuerdo. Me llama la atención que algunos blogs tengan un apartado de “socialismo” para comentar las tropelías estatistas, mientras en mutualismo.org tenemos un apartado con el mismo nombre para comentar los justos títulos de propiedad, los proyectos cooperativos y los artículos de socialistas libertarios.Cuando hablas de los dos “bandos” asumo que te refieres a anarcocomunistas y anarcocapitalistas parlamentarios, y no nos incluyes a nosotros. 😛Por cierto, un punto de los agoristas que me llama la atención es que reprochais constantemente el uso de los términos “socialismo” y “capitalismo” pero, a la hora de la verdad, ¡os autoproclamáis anarcocapitalistas! Si no sois una cosa ni la otra, sed consecuentes; llamaos simplemente anarquistas, críticos del capitalismo monopólico y corporativo, pues el apelativo “capitalista” puede inducir a error.Huelga decir que no concuerdo en que el anarcocapitalismo sea la actualización o la “superación” del anarcoindividualismo. La esencia del anarquismo individualista es el rechazo de la autoridad y las rentas no procedentes del trabajo y, como tal, puede valerse de las herramientas de la escuela austríaca para sus fines. La teoría austríaca del ciclo económico, la subjetividad del valor, los axiomas de la acción humana de Mises o la crítica de la planificación del mismo autor son perfectamente compatibles con el anarcoindividualismo y, de hecho, además de yo mismo, tengo la impresión de que otros bloggers como Horacio Langlois y Guilheme Roesler también intentan compaginarlos–que me corrijan si me equivoco-.Un saludo Stiwie 😉
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14 Responses to Aclaraciones sobre la carta de Proudhon
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Coincido con Víctor: Proudhon no es anarcocapitalista, ni el primer Proudhon (que se opone a la propiedad de la tierra y de todo lo demás), ni el segundo Proudhon (que sólo se opone a la propiedad de la tierra). Creo que entre Proudhon y Bakunin la diferencia es pequeña: ambos dicen que la propiedad de los medios de producción debe ser común, pero que la propiedad de los productos es exclusiva (del que haya hecho el trabajo). Es sólo que Proudhon piensa más en artesanos individuales, y les concede el derecho a apoderarse del producto individualmente; mientras que Bakunin piensa más en obreros que trabajan colectivamente, y les concede el derecho a apoderarse del producto, pero colectivamente. Así que Proudon pasa como «individualista», y Bakunin como «colectivista». Pero en realidad ambos piensan lo mismo.
Donde no coincido con Víctor es que a mí me parece más coherente el primer Proudhon que el segundo. Si no puedo ser propietario de la materia («tierra»), no puedo ser propietario de la máquina (que está hecha de materia, «tierra»), ni tampoco de los productos que haya creado con esa maquinaria (que también están hechos de materia, «tierra»). Claro que puedo separar, muy aristotélicamente, la materia de la forma (según ha sugerido Marco Arrieta). Pero eso generaría consecuencias muy chistosas: si yo me fabrico unos zapatos con una máquina, yo sería dueño de esos zapatos, pero no de la materia de que están hechos, sino de la forma (aristotélica) que está metafísicamente unida a la materia o inserta en los zapatos concretos. Vamos, sería dueño no de los zapatos, sino de la Zapateidad (y no de la zapateidad en general -eso sería platonismo-, sino tan sólo de la zapateidad que informa a ESTOS zapatos concretos). Así que cuando quisiera venderlos tendría que poner un cartelón que dijera: VENDO LA ZAPATEIDAD DE ESTOS ZAPATOS USADOS. Y así… no creo poder venderlos a buen precio. O cuando los lleve al zapatero remendón, tendría que decirle «Maistro, póngales suela nueva nueva, pero mucho cuidado con alterar la forma sustancial». El pobre maistro no sabría qué hacer.
(Disculpen estas divagaciones filosóficas. Pero apuesto a que Proudhon sí se las habría tomado muy en serio. Era artesano, pero también metafísico)
Sobre lo que dice Víctor…
los agoristas […] a la hora de la verdad, ¡os autoproclamáis anarcocapitalistas! Si no sois una cosa ni la otra, sed consecuentes; llamaos simplemente anarquistas, críticos del capitalismo monopólico y corporativo, pues el apelativo “capitalista” puede inducir a error.
No hay confusión si decimos que somos anarquistas que queremos capitalismo… POPULAR.
Sí, el anarcocapitalismo es «la superación» del anarcoindividualismo. La propiedad privada absoluta es la mejor manera de defender al individuo. Sin la figura del propietario ausente, el individuo queda en manos de la mayoría, o de los grupos más fuertes e inescrupulosos. Le quitarán todo lo suyo y lo dejarán en la calle al menor descuido.
Sin embargo, el anarcocapitalismo rothbardiano genera, al final, la misma consecuencia: los grupos más fuertes (o más rápidos) se convierten en los primeros ocupantes de todo -y dejan a los débiles (o lentos) sin nada. También éste anarcocapitalismo tiene que ser «superado».
A mí Proudhon siempre me pareció un teórico sumamente claro. Y muchos aspectos de su vida personal o de la situación histórica pueden explicar lo que, a primera instancia, pueden parecer contradicciones. Por ejemplo, el que su pensamiento haya, al parecer, pasado por etapas tan diferentes entre sí se explica por el hecho de que (de origen trabajador como era) fue siempre un autodidacta. La situación histórica hizo que también se identificara más con el socialismo más que con los economistas herederos de la escuela clásica, aún cuando el socialismo haya albergado por aquellos tiempos puntos de vista tan dispares (ver sino las menciones que se hacen en el “Manifiesto comunista” sobre los diferentes tipos de socialismos).
Si uno se abstrae de estos factores, el pensamiento de Proudhon es claro como el agua: la propiedad sólo es legítima en tanto provenga del trabajo. A partir de ahí, “laissez faire”, salvo para la propiedad sobre la tierra, que debía ser basada en el usufructo. La forma de definir este tipo de propiedad es otro tema, pero que también es explicable por lo que señala WG: siempre se enfocó (dado su contexto socioeconómico) más bien en el pequeño campesino y el artesano. La división y la distribución equitativa de tierras tal vez no parecían tan descabelladas por aquellos tiempos.
Sobre el caso de los agoristas, reconozco que puede parecer algo confusa la cuestión. Pero creo que yo, personalmente, siempre he sido claro en algunos puntos: (1) me considero simplemente anarquista; (2) concibo el anarcocapitalismo, como ya expliqué en otro comentario en este sitio, como total libertad económica sobre una estructura capitalista, es decir, una economía donde predominan los cálculos en dinero sobre capitales fijos; (3) concibo el agorismo como una metodología, una forma de alcanzar la anarquía. Y con cualquiera de los términos “anarquista”, “anarcocapitalista” o “agorista” me siento cómodo.
No obstante, sé que salirse del término “anarquista de mercado” puede inducir a error, en tanto no exista algo parecido a un “consenso” sobre lo que realmente significan “capitalismo” o “socialismo” (sobre este último, concuerdo con Stewie que la igualación de éste con “estatismo” por parte de alguien como Huerta de Soto es un error groserísimo).
Un saludo!
si Wg 😀 yo digo eso aun que lo estas mal interpretando, los zapatos creados por el zapatero son del zapatero, pero la materia prima debio de haber sido comprada por el, es decir no es que se apodero de la materia y la hizo suya por que simplemente la mezclo con su trabajo.
Pero eso no es muy diferente a como es ahora verdad ¿?
saludos cordiales
Victor haces un gran trabajo , te felicito estas muy productivo y ademas son textos muy bien escojidos
mi agradeciemiento de los mutualistas para ti, y mi verguenza
Marco, la materia prima fue creada por Dios (eso dice Proudhon). Por tanto, nadie puede apropiársela ni venderla o comprarla. Por tanto, sólo soy dueño de la «forma» de mis zapatos, pero de su materia prima
[y tal vez tampoco puedo ser dueño de la forma aristotélica, pues también ésta fue creada por Dios o el Demiurgo (=artesano)]
Errata:
Debe decir: Por tanto, sólo soy dueño de la “forma” de mis zapatos, pero NO de su materia prima
no importa realmente quien creo la materia prima, lo que es importante es saber que todos la necesitamos paa sostener nuestras vidas. lo que apuntas es correcto, es mas diria que aun que nadie puede apropiarsela es decir no pertenece a nadie , pero es inevitable que las usemos , es responsabilidad de todos los que la usan gestionarla con responsabilidad no solo para ellos mismo si no tambien para las generaciones futuras….
por que no pasamos esta conversacion al foro ¿? podriamos hacerla mas dinamica, create un foro Wg 🙂
WG;
«Creo que entre Proudhon y Bakunin la diferencia es pequeña: ambos dicen que la propiedad de los medios de producción debe ser común, pero que la propiedad de los productos es exclusiva (del que haya hecho el trabajo). Es sólo que Proudhon piensa más en artesanos individuales, y les concede el derecho a apoderarse del producto individualmente; mientras que Bakunin piensa más en obreros que trabajan colectivamente, y les concede el derecho a apoderarse del producto, pero colectivamente. Así que Proudon pasa como “individualista”, y Bakunin como “colectivista”. Pero en realidad ambos piensan lo mismo.»
Eso es solo correcto para el primer Proudhon, no para el segundo, aunque sí concido en que ambos tienen muchas similitudes.
De hecho, incluso el «segundo Proudhon», aunque fuera partidario de la propiedad, no abandonó la idea que después tomaría Bakunin de «centralización económica, descentralización política».
«Donde no coincido con Víctor es que a mí me parece más coherente el primer Proudhon que el segundo. Si no puedo ser propietario de la materia (”tierra”), no puedo ser propietario de la máquina (que está hecha de materia, “tierra”), ni tampoco de los productos que haya creado con esa maquinaria (que también están hechos de materia, “tierra”).»
jeje, esa respuesta me la guardo para un artículo futuro.
«No hay confusión si decimos que somos anarquistas que queremos capitalismo… POPULAR.»
Perfecto, pero entonces el reproche por usar los términos «capitalismo» y «socialismo» no tiene sentido.
«Sí, el anarcocapitalismo es “la superación” del anarcoindividualismo. La propiedad privada absoluta es la mejor manera de defender al individuo. Sin la figura del propietario ausente, el individuo queda en manos de la mayoría, o de los grupos más fuertes e inescrupulosos. Le quitarán todo lo suyo y lo dejarán en la calle al menor descuido.»
Curiosamente, esa ha sido históricamente la forma de actuar de los propietarios ausentes. No veo ningún motivo para desconfiar de un sistema regido por empresas de organización horizontal y participativa, de adhesión voluntaria.
Donde hay grandes propiedades hay grandes desigualdades, decía Adam Smith, y las grandes desigualdades son la antesala de la tiranía.
Por otro lado, no encuentro por qué el criterio de ocupación original va a devenir en el dominio de los «fuertes y rápidos» y, sobretodo, no encuentro qué otro método alternativo existe. ¿Propones la ocupación bajo planificación central?
Langlois;
«La división y la distribución equitativa de tierras tal vez no parecían tan descabelladas por aquellos tiempos.»
No sé si te refieres al mero hecho de ocupar tierras en desuso o al reparto completamente simétrico -«de acuerdo al consumo y trabajo de cada uno»- del que hablaba en Qué es la propiedad, ¿a cuál te refieres?
«concibo el anarcocapitalismo, como ya expliqué en otro comentario en este sitio, como total libertad económica sobre una estructura capitalista, es decir, una economía donde predominan los cálculos en dinero sobre capitales fijos;»
Quizá el problema en cuanto a definir capitalismo es que muchos socialistas -entre los que me incluyo- establecemos la definición de capitalismo a partir de la de socialismo: si socialismo es que los medios de producción sean de los obreros, el capitalismo es lo contrario. Los liberales han hecho lo mismo pero en dirección opuesta: puesto que el capitalismo es libertad, el socialismo debe ser la esclavitud.
Según tu definición, el sindicalismo del que habla Mises sería capitalista; y el mutualismo, y el georgismo y el socialismo ricardiano de Hodgskin. Me parece simplificar demasiado.
Por otro lado, no encuentro por qué el criterio de ocupación original va a devenir en el dominio de los “fuertes y rápidos” y, sobretodo, no encuentro qué otro método alternativo existe. ¿Propones la ocupación bajo planificación central?
Para lo que sea res nullius, propongo reparto igualitario entre toda persona que pertenezca a esa comunidad. Lo que tenga dueño, para el dueño o sus herederos. Un bien arrendado, vgr, pasa a ser propiedad de los herederos del arrendador; NO pasa a ser propiedad del arrendatario, aunque éste sea su ocupante.
No entiendo la lógica del razonamiento. Lo res nullius, como su propio nombre indica, no es de nadie, y por tanto es susceptible de apropiación. ¿Con qué derecho impides a otros ocupar ese bien/parcela/lo que sea para repartirlo equitativamente?
Lo del arrendatario tampoco lo entiendo.
No sé si aportará algo nuevo, pero he publicado en mi bitácora una aclaración que hizo Pi y Margall sobre la postura que mantenía Proudhon sobre la propiedad.
Un saludo
Gracias por anunciárnoslo, Snake. Está interesante la cita. 😉
Aclaraciones sobre errores en los comentarios
1- Proudhon abogo tanto por la descentralizacion politica, como por la economica en igual medida. Remitirse a «El principio federativo»
2- Eso que han repetido varias veces que Proudhon se referia al «pequeño artesano» tambien es un error, en «Sistema de contradicciones economicas», uno de sus primeros libros!, dedica capitulos enteros a la division del trabajo y los talleres mecanicos.
3- Quien dice por ahi arriba que Proudhon se referia a una apopiacion mas «individual», mientras Bakunin a una mas «colectiva» tambien se equivoca. El regimen de apropiacion del producto es exctamente igual en Proudhon y Bakunin. Para Proudhon el hombre «individual» que postula el liberalismo no existe, es una abstraccion. El hombre es social desde el nacimiento en su concepcion
Perdón mi ignorancia, pero ni en el artículo ni en los comentarios me ha quedado claro a partir de cuál obra comienza a expresarse el «segundo Proudhon»? En Sistema de Contradicciones Económicas, su segundo libro?