“El futuro del Dinero” por Bernard Lietaer (part II)
“El futuro del Dinero” por Bernard Lietaer (part II)
Como crear nueva riqueza, trabajo y un mundo mas sensato por Bernard Lietaer
Fragmento del cap 9
Una Moneda Mundial de Referencia para un Mundo Sostenible (Part II)
Una Moneda Mundial de Referencia (MMR) y la unidad Terra
Denominare Moneda Mundial de Referencia (MMR) a toda moneda que no este ligada a ningún Estado nacional particular y cuyo propósito esencial sea ofrecer una moneda de referencia estable y confiable para contratos y operaciones comerciales internacionales.
Propondré como unidad contable para una clase particular de MMR la Terra, que apunta a establecer un lazo firme entre esa moneda y Edmundo material. Recordemos que una de las causas por las cuales la ruleta de la moneda global puede girar tan rápido es la desconexión entre el mundo financiero y la realidad física, sancionada por el Presidente Nixon en 1971. En este sentido, la Terra se asemejaría al patrón oro del siglo XIX.
La unidad Terra se define como una canasta básica de bienes y servicios particularmente relevantes para el comercio internacional. EL peso relativo de estos bienes y servicios en dicha canasta reflejaría, en teoría, su importancia relativa en el comercio mundial.
Por ejemplo, el valor de la Terra podría definirse así:
1 Terra = 0,1 barril de petróleo (de calidad y distribución Brent por ejemplo)
+ 1 fanega de trigo ( aprecio fijado por Chicago Mercantile Exchange)
+ dos Libras de cobre ( a precio fijado London Metal Exchange)
etc.
+ 0,01 onza de oro ( a precio del mercado de Nueva York).
( Nota: Aquí, los bienes específicos, su calidad, patrones de distribución y peso respectivo en la unidad Terra constituyen meros ejemplos. En la practica, formarían parte de un acuerdo negociado entre los participantes. Este patrón también podría incluir servicios, o índices que apunten a aumentar su estabilidad. )
La unidad Terra presente cuatro características principales:
Por definición, puede creársela a prueba de inflación. La inflación se define, por lo general, como el cambio de valor de una canasta de bienes y servicios; por lo tanto, en la medida en que la canasta que compone la Terra pueda ser representativa del comercio mundial, automáticamente es inmune a la inflación.
Puede traducirse fácilmente su valor al de cualquier moneda nacional existente. Quienquiera que desee conocer el valor de la Terra en su propia moneda nacional solo tiene que averiguar los precios de los bienes comerciados en el orden internacional que forman parte de la canasta. Estos precios figuran en las secciones financieras de todos los periódicos importantes, y por medio de Internet están disponibles en tiempo real en cualquier parte del mundo.
Mas importante aun es que puede convertírsela automáticamente a cualquier moneda nacional existente sin que medie para ello ningún tratado o acuerdo internacional. Cualquiera que reciba un pago en esta moneda tiene la opción de obtener solo la canasta de bienes distribuidos mediante servicios de entrega preestablecidos (como las distribuidoras ya existentes para los diferentes mercados a futuro). Además, en estos mercados de bienes reales, quien lo quisiera podría obtener, a cambio de los productos distribuidos, dinero en efectivo en las monedas nacionales convencionales. Es previsible que, en la medida en que el sistema resulte confiable y creíble, cada vez menos gente sentirá la necesidad de recibir como pago dinero en efectivo.
Sin embargo, la razón mas importante para avalar nuestra propuesta es que el arancel de sustentabilidad esta “naturalmente” incorporado en el sistema monetario. Por lo tanto, garantiza la integración total de la nueva moneda en todos los aspectos del sistema de mercado vigente en la economía “real”.
El almacenamiento de mercaderías genera costos reales, y el arancel de sustentabilidad seria simplemente el costo de almacenamiento de la canasta de mercaderías acordada. Un estudio detallado estimo que estos costos (y, por ende, los aranceles de sustentabilidad) constituían entre un 3 y un 3,5% anual de una Moneda de Reserva de Mercancías.
Nótese que no se trata de costos adicionales para la economía en su conjunto; de hecho, en la economía actual ya se los incorpora. Nuestra propuesta consiste simplemente en transferirlos a los poseedores de la unidad Terra, de modo que cumplan la función social de un arancel de sustentabilidad.
Disquisiciones técnicas de la economía
Los libros de textos o manuales de economía definen el dinero en términos de sus funciones, de las cuales las tres mas importantes son :unidad de medida común, medio de intercambio y reserva de valor.
Desde 1972, no existe una unidad de medida internacional. En este sentido, una Moneda Mundial de Referencia simplemente restituye dicha función para los que deciden utilizarla como moneda contractual.
El papel de medio de intercambio puede desempeñarlo tanto la MMR como las monedas nacionales convencionales, según lo que decidan las partes (del mismo modo en que hoy, para efectuar pagos internacionales, se opta por un tipo de moneda).
Por ultimo, la MMR no podría cumplir la función de reserva de valor. Esta función la llevaría a cabo ciertos instrumentos en monedas nacionales convencionales o productos financieros especializados nuevos que puedan crear liquidez para las inversiones en activos productivos.
Esta especialización funcional muestra de que modo la MMR cumple un papel complementario de las monedas nacionales comunes y corrientes.
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La dinámica conductual que induce la MMR es similar a los buenos aspectos de la inflación, al mismo tiempo que evita los aspectos malos. Los economistas notaron que, de hecho, una inflación moderada puede tener buenos afectos sobre la economía. Por ejemplo, la inflación que tuvo lugar en Estados Unidos en la década de 1980 provoco un rendimiento neto negativo de los instrumentos de ingresos fijos, estimulando la inversión en proyectos productivos. No obstante, la inflación también tiene efectos regresivos, como la erosión de todos los acuerdos sobre precios y la redistribución de la riqueza de una mayoría de bajos ingresos a una minoría con alto nivel de vida
Los aranceles de “oxidación” de la MMR hacen que prevalezcan, pues, los efectos positivos de la inflación, mientras que se evitan los negativos.
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La ecuación clásica de Fisher sobre la velocidad del dinero es otra forma de ilustrar el impacto de la MMR:
T = Suma (pg) = QV
(donde T = intercambios económicos totales; P = precios; G = bienes y servicios intercambiados; Q = cantidad de dinero; y V = velocidad de la circulación del dinero).
Dada una cantidad de circulante determinada (una Q determinada), la tasa por oxidación de la MMR hace que V aumente. Si la unidad Terra se expresa en términos de una canasta de bienes y servicios representativa, la P se mantendrá constante por definición. Es por eso que la ecuación de Fisher demuestra que , con la introducción de una MMR, el total de bienes y servicios intercambiados necesariamente aumenta, y mejora así el bienestar económico general.
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Por ultimo, el uso de una MMR, en complementación con monedas nacionales convencionales tendería automáticamente a funcionar en oposición al ciclo económico dominante, mejorando de ese modo la estabilidad y previsibilidad general del sistema económico mundial. Esto se debe a que, cuando el ciclo económico se debilita, las empresas tienen, por definición, un excedente de materias primas. Por tanto, en este punto del ciclo venderán mas materias primas de reserva para MMR s.a. que les pagara con Terra. Las empresas utilizaran de manera inmediata esta moneda para pagar a sus proveedores, con el fin de evitar aranceles de sobrestadía. Estos proveedores tendrán, a su vez, un incentivo similar de continuar usando Terra como medio de pago. De ahí que, en estos casos de debilitamiento del ciclo, la difusión del incentivo creciente de comerciar con esta moneda active en forma automática la economía. Por lo contrario cuando el ciclo esta en auge, las empresas tienen un estimulo sistemático no solo para vender nuevos inventarios, sino incluso para registrarlos a fin de acceder ellas mismas a las materias primas. Esto reducirá la cantidad de Terra en circulación, Lo que enfriaría la economía. Cuando el ciclo se encuentra en su punto máximo, puede suceder incluso que deje de circular la Terra por completo (lo que no impide que se la siga utilizando como moneda de referencia contractual).
Keynes y Friedman demostraron que con el dinero convencional, la velocidad del dinero es pro cíclica (cada uno expuso distintos motivos: el primero tomo como base los cambios en las tasas de interés, mientras que el segundo se baso en el papel dominante de la “renta permanente” en la determinación de la demanda monetaria). El hecho de que la cantidad de Terra circulante opere en contra del ciclo económico contrarrestara la naturaleza pro cíclica del sistema monetario convencional.
En suma, la introducción de una MMR tendera automáticamente a frenar el ciclo generando una liquidez monetaria adicional que se opondrá a dicho ciclo, vinculado al uso de las monedas nacionales convencionales.
Solidez teórica y practica
Para los que prefieren un lenguaje puramente económico, el recuadro anterior expone una síntesis de la idea.
Desde el punto de vista conceptual, la unidad Terra es la combinación de dos concepciones; por un lado, la de una moneda respaldada por una canasta de materias primas (muchos economistas importantes de todas las generaciones propusieron esto, entre ellos Jan Tinbergen, galardonado con el premio Nóbel de economía), y, por el otro, la de los aranceles de sustentabilidad, ideados por Silvio Gesell con el nombre de cobros de sobrestadía o tasa de oxidación.
Este segundo invento recibió el respaldo formal autorizado nada mas y nada menos que de John Maynard Keynes. El afirmo que la sobrestadía no solo tenia sentido desde un punto de vista teórico, sino que era lo verdaderamente aconsejable para nuestras monedas normales. En el capitulo 27 de su obra mas importante, la teoría general del empleo, el interés y el dinero, Keynes declara de manera explicita: “Los reformadores que buscan una solución mediante la imposición de un costo adicional al dinero, requiriendo que las monedas de curso legal reciban periódicamente una estampilla a un costo preestablecido a fin de conservar su condición de dinero, van por buen camino, y el valor practico de su propuesta merece ser considerado”.
Keynes concluye con esta afirmación asombrosa: “El mundo del futuro aprenderá mas de Gesell que de Marx”. Curiosamente, en la actualidad algunos funcionarios de la Reserva Federal tienen sus propias razones para estar de acuerdo con el, (véase el recuadro próximo).
¿La Reserva Federal recomienda oficialmente la sobrestadía?
Marvin Goodfriend, un vicepresidente de alto rango y consejero político de la Reserva Federal, de Richmond, recomienda que la moneda estadounidense debería incluir dispositivos de rastreo que posibiliten al Estado gravar la posesión privada de los billetes de dólar. En un periódico de 34 paginas, arguye que este arancel de sobrestadía impediría la circulación de moneda “secreta”, frenaría el mercado negro y la criminalidad e impulsaría la actividad económica durante los periodos deflacionarios en los que las tasas de interés se reducen prácticamente a cero.
Obviamente, lo que motiva esta aplicación y el mecanismo sugerido para llevarla a cabo difiere de los que aquí proponemos. Creo que hay pocas probabilidades de que la idea de Goodfriend sea aceptada en el congreso, pero esto muestra al menos que el concepto de sobrestadía esta comenzando a captar atención en forma sorprendente.
Dieter Suhr ha ofrecido el mejor análisis contemporáneo de la tesis de Gesell. EN el demuestra que nuestras monedas normales con tasa de interés positivas hacen que la distribución de recursos sea sistemáticamente inadecuada, al contrario de lo ocurre con las monedas que no devengan interés o las que incluyen un arancel de sustentabilidad. Además, brinda respuestas sólidas ante algunas de las criticas que se oponen a las monedas con dicho arancel.
Tales criticas estaban a favor de la propuesta de una Moneda Mundial de Referencia, aunque por otras razones que la sustentabilidad, como la estabilidad monetaria, la disminución de la volatilidad de los ciclos económicos y la reducción de las inequidades internacionales. Una MMR como la Terra también tendría estas ventajas, junto con los beneficios que conlleva a largo plazo el arancel de sustentabilidad.
Además, importa comprender que, al efectuar o recibir pagos en Terra, la gente no precisaría manejar los bienes por si misma, así como quien cierra un contrato a futuro en cobre no tiene que manipular el cobre. La unidad Terra es simplemente un comprobante de almacenamiento que otorga a la persona que la utilice el derecho de recibir el valor de la canasta de bienes en cualquier moneda con la que se desenvuelva. Es por eso que, al igual que las monedas nacionales actuales, puede transferirse electrónicamente, pero, a diferencia de ellas, ha demostrado ser estable y a prueba de inflación.
Antecedentes históricos
La idea de una moneda respaldada por bienes y combinada con un arancel de sustentabilidad no es en verdad novedosa. Uno de sus antecedentes tuvo lugar en el Egipto faraónico. Constituyo el secreto de la notable estabilidad del sistema monetario de esa región, que desde entonces ninguna otra civilización fue capaz de repetir.
Genero estabilidad y abundancia económica durante mas de mil años. Este antecedente histórico demuestra, asimismo, la notable capacidad de las tasas de sustentabilidad para impulsar un crecimiento sustentable que puede prolongarse durante siglos. Analizamos este tema en otra obra.
Opciones para la implementación
Existen varias maneras de implementar una MMR. En teoría, podría intentar lograrse un consenso para ello entre todos los países mediante un nuevo acuerdo semejante al de Bretón Woods o una reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, las realidades políticas imperantes tornan improbable que se arribe a este tipo de consenso. Conversaciones privadas con altos directivos del BIS y del FMI me han corroborado que en las circunstancias geopolíticas actuales solo el sector privado podría tomar una iniciativa monetaria radicalmente nueva.
De cualquier modo hoy el verdadero poder de decisión pertenece mas a las empresas multinacionales que a los gobiernos. Para lograr la sustentabilidad, las prioridades temporales mas importantes que deberán cambiar son las de las empresas multinacionales, y, por lo tanto, la participación y el cambio del mundo empresarial son indispensables. De ahí que la estrategia aquí propuesta tenga como meta convencer a un grupo de empresas clave de que establezcan por su cuenta la MMR como un servicio para cualquiera que desee comerciar en el plano internacional.
La MMR como iniciativa empresarial
La MMR tiene sentido como iniciativa empresarial por diversas razones, que expondremos a continuación:
Regulación del truque
La forma mas sencilla de comprender la MMR desde una perspectiva empresarial es verla como una manera de estandarizar el trueque o canje. El aumento de los intercambios por canje o truque, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, ha sido notable. En las ultimas dos décadas, el trueque se ha convertido en una actividad convencional en gran escala, e incluso se volvió decisivo para muchos negocios relacionados con los medios de comunicación, los viajes, la hoteleria y el comercio internacional. Una encuesta realizada en 1995 estimo que a escala global el trueque genera 590 mil millones de dólares anuales. Es probable que las crisis de Asia y Rusia de fines de la década de 1990 hayan incrementado esta clase de intercambios.
Algunos sectores ya desarrollaron unidades comunes de intercambio especificas para sus empresas. Por ejemplo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Internacional Air Transport Association, IATA) utiliza hace mas de dos décadas su propia unidad contable global para los pagos entre las empresas aéreas que la integran. De modo similar, los “cuartos de hotel” y los “espacios televisivos” están adquiriendo cada vez mas el carácter de unidades de trueque comunes a determinadas actividades.
Lógicamente, el paso siguiente consiste en crear unidades de trueque estandarización para operar en la Red. En este sentido, la Terra o cualquier otra unidad MMR podría constituir una unidad de trueque valida en diversas actividades cruzadas. No Obstante, también podría diseñarse dicha unidad de modo tal que ofreciera estos tres beneficios adicionales:
Un patrón de canje bien diseñado podría ser mas solidó que las monedas nacionales existentes y convertirse en una unidad de medida internacional común de utilidad con fines contractuales e internacionales que van mas allá del canje mismo.
Teniendo la canasta de mercaderías (commodities), este sistema esta respaldado por un stock real de los bienes correspondientes; este sistema podría actuar en el ciclo económico como una fuerza contra cíclica poderosa.
Por ultimo, como ya hemos visto, si los costos de almacenamiento de la canasta se transfieren al portador de la moneda, esto permitiría realinear los intereses financieros con los compromisos y necesidades de mas largo plazo.
A continuación explicaremos la importancia de cada uno de esos tres beneficios para las empresas.
Unidad de medida internacional
Hogart y pearce fueron los primeros en señalar las dificultades que creaba la falta de un patrón de valor internacional común: ” Dentro de poco el mundo volverá a percatarse de que conducir los asuntos económicos sin un patrón de valor común es tan imposible como hacerlo sin una unidad de longitud o de peso común.
Una consecuencia de la falta de un patrón internacional es la importancia cada vez mayor de los riesgos monetarios. Actualmente, estos riesgos suelen ser mayores que los riesgos políticos (por ejemplo, la posibilidad de que un gobierno extranjero nacionalice la inversión) o incluso los comerciales (como el peligro de que los clientes no compren el producto).
En una encuesta realizada en 1992 entre las 500 empresas seleccionadas por la revista Fortune, todos los participantes informaron que hoy los riesgos en materia de divisas constituyen una de sus preocupaciones centrales. Mas aun, el 85% de los encuestados dijeron que a fin de intentar reducir dichos riesgos, precisaban aplicar costosas estrategias relacionadas con los derivados financieros. Resulta significativo que las firmas que tuvieron mas necesidad de recurrir a este tipo de protección eran las mas importantes y evolucionadas.
Muchas inversiones extranjeras terminan anulándose por el simple hecho de que no puede ponerse un limite al riesgo monetario, o por que hacerlo cuesta demasiado. Estos costos de oportunidad actúan en detrimento no solo de la empresa participante, sino de la sociedad en general. Sobre esto aun no se ha efectuado ningún estudio.
Así eran las cosas aun antes de la ultima avalancha de crisis monetarias. Las situaciones de emergencia monetaria vividas en Asia (1997), Rusia (1998) y Brasil (1999) agravaron este problema. Las citas que presentamos a continuación transmiten, en las palabras de varias autoridades monetarias, la enorme dificultad que plantean en nuestro días los riesgos ligados a la inestabilidad monetaria:
“Atravesamos una situación realmente peligrosa”. Michel Camdessus, director general del FMI en tres oportunidades, 6 de septiembre de 1998.
“Estamos ante una situación sin precedentes”. Rubin, secretario de hacienda de Estados Unidos, septiembre de 1998.
“Esta es la crisis financiera mas grave desde la Segunda Guerra Mundial”. Bill McDonough, presidente de la Reserva Federal de Nueva Cork, en la reunión del FMI de octubre de 1998.
Semanas mas tarde, el presidente Bill Clinton reprodujo textualmente esa declaración.
Por lo tanto, una MMR como la Terra reduce los costos operativos en circunstancias monetarias normales y, además, constituye un sistema de respaldo muy solidó en caso de que sobrevenga periodos de grave inestabilidad monetaria.
Un Antídoto contra el riesgo de que produzca una crisis económica.
Por primera vez en mas de sesenta años, no puede ignorarse la posibilidad de una recensión global que supere la capacidad de control de las autoridades monetarias. Como explico Paul Krugman: “Ciertos problemas para los cuales ya creíamos haber encontrado el remedio se han vuelto otra vez intratables, como hay bacterias temporalmente eliminadas que a la larga desarrollan una resistencia a los antibióticos. […]
En suma, hay en el aire un claro tufillo a la década del treinta”.
El sistema de la MMR podría manejarse de manera tal que produzca un poderoso efecto contra cíclico en el sistema monetario oficial, y contribuya así a disminuir la posibilidad de una seria recensión global.
Esto se debe a que lógicamente, durante una recensión aumentarían los inventarios que respaldan la Terra, por que en esos momentos las empresas siempre tienen un mayor numero de inventarios disponible. En este punto del ciclo económico, esto incrementarían en forma automática la liquidez en Terra. En un periodo de auge ocurriría lo contrario: los inventarios y la liquidez en Terra caerían. De ahí que el sistema de MMR tienda automáticamente a equilibrar contrarrestando los efectos del ciclo económico convencional. Su incorporación ayudaría especialmente a evitar la depresión o incluso la recensión de largo plazo a las que muchos temen.
Las empresas y el medio ambiente: un punto de vista empresarial
Un informe especial de la Red Global de Negocios (Global Business Network) sobre la sustentabilidad concluyo diciendo lo siguiente:
“La industria y el medio ambiente ya no pueden funcionar por separado, en compartimiento estancos. En la actualidad, el sistema global del medio ambiente y el sistema socioeconómico están unidos: el destino de uno esta ligado al del otro. Si la industrialización convencional sigue creciendo, pondrá en riesgo el ecosistema, y si este ultimo colapsa, destruirá la economía.
En caso de que se produzca un daño ecológico grave, el sistema industrial se tornara muy vulnerable. Al igual que los competidores del Grand Prix automovilístico, las empresas multinacionales planifica obtener mejores resultados en cada vuelta. Suponen que la pista se mantendrá perfectamente lisa y sin obstáculos. Las instalaciones, edificios , plantas y líneas de transmisión de energía de las industrias se diseñan teniendo en cuenta un pequeño conjunto de supuestos relacionados con el clima y el ecosistema: un nivel máximo prudente.
De carga eolica, una resistencia moderada a los terremotos, un flujo constante de recursos. No obstante, gracias a los estudios de los hielos del Ártico, ahora sabemos que la naturaleza es capaz de generar disturbios mucho mas graves de los que nos llevo a suponer la variación climática de la sociedad industrial actual esta expuesta de manera directa a deterioros ecológicos globales y sus concomitantes catástrofes naturales generalizadas.”
Como vimos en el capitulo 1, la industria de seguros ha sido el primer sector en verse afectado de manera directa por esta conexión. Pero claramente esto no implica que vaya a ser el único.
Conclusiones
A primera vista, tal vez resulte extraño que las empresas cumplan esta función de crear una moneda como bien publico. Sin embargo, es útil recordar (pues ya lo explicamos en los capítulos 2 y 3) que las denominadas monedas “nacionales” también son, en realidad, una variedad de monedas empresariales privadas, emitidas por bancos privados.
Por otra parte, las actividades de los servicios bancarios y financieros no están excluidas del proceso de una MMR: las instituciones financieras mas creativas podrán ofrecer servicios denominados en Terra del mismo modo en que hoy efectúan cualquier operación con divisas.
De hecho, hay un antecedente histórico de una iniciativa internacional asumida por empresarios: la Liga Anseática (1367-1500) (véase el recuadro próximo).
Antecedente histórico de la creación de una estructura empresarial multinacional (1367-1500)
En un periodo de fuerte fragmentación en Europa del norte, los mercaderes de diferentes ciudades independientes (Bremen, Koln, Hamburgo, Brujas, las republicas del Báltico, etc. ) se unieron para crear su propia estructura de comercio legal (la Hansa), junto con su propia moneda común e incluso sus propios tribunales de justicia para resolver las disputas. Todo esto fue hecho completamente fuera del sistema político/estatal oficial. Ese sistema duro bastante mas de una centuria, seis veces mas que el experimento actual de las monedas flotantes.
En 1367, después de mas de un siglo de llevarse a cabo experimentos mas informales, la Hansa fue definida como una estructura institucional oficial. Este sistema tuvo notable éxito en alcanzar sus objetivos. Sin embargo, los mercaderes de cada puerto gastaban tanta energía en impedir que sus rivales en el mercado accedieran al sistema, como en expandir sus negocios de ultramar. Además, excluían de manera intencional a los comerciantes de determinados países. EL sistema caduco a fines del siglo XV, cuando comerciantes, armadores y flotantes pesqueras de Holanda e Inglaterra – originalmente excluidos del sistema – lograron acabar con este monopolio.
Por lo tanto, si una iniciativa privada resuelve implementar una MMR de algún tipo y no quiere correr la misma suerte que la Hansa, seria importante que estableciera desde un principio garantías que asegurasen un acceso al mercado en verdad abierto a todos los participantes del comercio internacional, independientemente de su magnitud u origen.
NO obstante, la versión moderna de dicha función seria muy distinta que la de la Hansa histórica. Seria global antes que regional; constituiría un sistema de servicio abierto al publico antes que un cartel, y utilizaría en su implementación los conceptos legales y financieros y las tecnologías de la comunicación contemporáneos (p. ej., Internet).
En definitiva, todo se reduce a saber si los dirigentes empresariales quieren o pueden asumir la responsabilidad de reformar el sistema monetario actual aplicando una iniciativa privada que contribuiría a que las empresas sean realmente sustentables. En sueco, “empresa” se dice Näring Liv (literalmente, “alimento de la vida”). Una forma de lograr que esto cobre realidad seria que los empresarios se alíen en su respaldo a la unidad Terra. Seria, además, una manera muy eficaz de evitar el permanente conflicto entre las prioridades de los accionistas y su propio afán de sustentabilidad a largo plazo, ya sea que este afán sea el resultado de la presión publica, de su ética personal o de su expectativa de dejarles a sus nietos un futuro mejor.
Es probable que algunos se sorprendan ante la propuesta hecha en este capitulo, que parece favorecer a las empresas multinacionales, sobre todo por que al referirme al Milenio Empresarial (capitulo5) explique que la creación de un nuevo monopolio de facto de las monedas empresariales privadas entraña algunos riesgos. No obstante, mi propuesta no apunta a generar ese monopolio. En cambio, recomiendo la implantación de una moneda empresarial global que conviva con las monedas complementarias locales que persiguen objetivos sociales (capítulos 6 al 8). Mas aun, estoy convencido de que no alcanzaremos la Abundancia Sustentable en este planeta sin la participación de las empresas -que, nos guste o no, se han convertido en los factores determinantes de nuestro futuro-.
Se trata de una cuestión de equilibrio, y este equilibrio no se lograra si se excluye a los componentes mas activos de nuestra sociedad. En el próximo capitulo describiremos como es posible unir todas las piezas del rompecabezas -incluida la Moneda Mundial de Referencia- a fin de generar dicho equilibrio, cuyo objetivo es la Abundancia Sustentable.
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