El «Índice de Libertad Económica» no es tal – Kevin Carson
Interesantísimo artículo el publicado hace unos días por el autor mutualista estadounidense Kevin Carson para el Center for a Stateless Society (C4SS) en el que muestra su escepticismo sobre el llamado Índice de Libertad Económica y que he traducido para Mutualismo.org. Quedaos con las últimas frases de Carson y luego leed el viejo artículo del canadiense Larry Gambone titulado Porqué el libertarianismo de mercado no atrae a nadie. Si veis algún error en la traducción comunicádmelo, por favor.
El «Índice de Libertad Económica» no es tal
Por Kevin Carson (publicado originalmente en C4SS.org bajo licencia Creative Commons Attribution 3.0).
En un artículo reciente para la revista Reason («Más libre es mejor«, 14 de octubre), John Stossel habla sobre el descenso de los Estados Unidos en el Índice de Libertad Económica del sexto al octavo lugar, «¡detrás de Canadá!» El índice se basa en diversas variables, que incluyen la libertad de movimiento de capitales, la cantidad de regulaciones empresariales y los niveles de impuestos y gasto. Al parecer el incremento del gasto del gobierno junto a los rescates y/o compras en las industrias bancaria y de automóviles fueron la principal causa del cambio.
Estados Unidos, por primera vez en dieciséis años, pasó de «totalmente libre» a «mayormente libre».
Esta última información sugiere que el índice está basado, como poco, en una visión muy sesgada de lo que implica la «libertad económica». Sus estándares están tan deformados por la ideología neoliberal como para sospechar (que el índice sea confeccionado por el Centro para el Análisis de Datos de la Fundación Heritage en colaboración con el Wall Street Journal debería decir algo).
¿Han sido los Estados Unidos económicamente «totalmente libres» hasta este año? Eso es suficiente para sugerir, ahí mismo, que el índice se centra en un estrecho margen de criterios de «libertad económica» que son más susceptibles al poder corporativo, sin mirar criticamente las formas de intervención estatal más importantes para fortalecer el poder corporativo.
Por ejemplo, por cualquier medida válida de libertad económica, la aprobación de la Digital Millennium Copyright Act habría sido considerada como un aumento al alza del estatismo y el proteccionismo como (al menos) el arancel de Smoot-Hawley. Pero Heritage, el cocreador del índice, es uno de los defensores más ruidosos, dentro de la periferia pseudo-libertaria, de la expansión global de la aplicación de la «propiedad intelectual».
El Índice de Libertad Económica falla al distinguir entre las formas primarias, estructuras de intervención estatal que apuntalan el poder corporativo, y las formas secundarias, paliativas de la intervención que tratan de moderar sus efectos secundarios. El Estado vela por toda una serie de derechos de propiedad y una escasez artificiales que sirven como fuente de la renta económica de las empresas privilegiadas y mantiene todo tipo de cárteles regulatorios. El efecto acumulativo de estos privilegios, la escasez artificial y los cárteles es colocar a todo el planeta bajo el bloqueo corporativo virtual (aunque aún no hemos llegado a las doce corporaciones de «Rollerball» todavía).
Ninguna de esas formas de intervención se muestra en el «Índice de Libertad Económica». Lo que representa es la intervención del Estado fiscal y del bienestar adoptadas para restringir el ejercicio de los privilegios concedidos por el Estado y hacer el poder corporativo humanamente soportable para aquellos de nosotros que trabajamos en el mundo en lugar de ser sus dueños.
Cuando los grandes medios y los políticos dominantes identifican este tipo de análisis con «libertad económica», no es de extrañar que la población en general piense que está en contra de los «mercados libres». Si no los conociera bien, si no supiera que en realidad los mercados libres son el enemigo del poder corporativo, yo los odiaría también.
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About the Author: Alberto Garcia
Gracias por la traducción.
Algunos libertarianos, que vi por ahí, acostumbran a mencionar la economía de algunos países planteándolos como un ejemplo cercano al libre mercado. Pero me parece que por la intención de hacer más «demostrables» (no se me ocurre la palabra) sus ideas cometen en el error de no ser críticos de detalles importantes.
Recién leo el articulo Larry Gambone y es exactamente lo que vengo pensando de hace tiempo.
Saludos.
Los libertarios, así se escribe, son críticos de esos detalles. Que con fines didácticos en plan de indicar que hay sistemas mejores que otros se explique las ventajas de la libertad no significa que se niegue esos detalles.