El problema de la privatización
Logsemán (logseman@gmail.com) ha traducido este texto de Thomas L. Knapp que ilustra a la perfección el sentir de los libertarios hacia las privatizaciones efectuadas por el Estado desde arriba, lo tenéis un poco más abajo. Pronto, ésta y algunas traducciones más en castellano en el propio C4SS donde Logsemán ya se ha apuntado como traductor, supongo que no les vendrá mal más gente!
En otro orden de cosas el C4SS está recaudando fondos para este trimestre, al que no le esté afectando la crisis y se anime, ahí tiene la ocasión para hacer una buena obra.
En el transcurso de los últimos 25 años, la palabra “privatización” ha pasado de ser una idea innovadora a convertirse en un término comodín para definir procedimientos habituales de los gobiernos (habitualmente descritos como “sociedades mixtas públicas-privadas”).
La semana anterior [por el 8 de mayo] la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) anunció su propia iniciativa privatizadora: enfrascada en desarrollar un recambio para el actual sistema de transbordadores espaciales, la agencia quiere comprar, en el ínterin, cohetes y cápsulas para misiones tripuladas a empresas privadas. Otras propuestas recientes de privatización incluyen campos tan diversos como la gobernanza de Internet o los servicios de acogida a nivel estatal en Estados Unidos.
La idea que inspira las privatizaciones consiste en que el sector privado – el “mercado”– opera con mayor “eficiencia” que el sector público, lo que supone ahorros de costes al contribuyente. Se dice, y con razón, que una empresa privada puede producir por un dólar la unidad un producto que a una empresa dirigida y operada por el Estado le costaría dos dólares por unidad.
Lo cual suscita, necesariamente, la pregunta: ¿para qué necesitamos al gobierno? ¿Por qué no comprar las cosas que se necesiten directamente en los mercados libres en vez de llevar el dinero a las empresas a través de una burocracia ineficiente que aumentará los costes desde el precio de mercado al “precio de Estado”?
Los anarquistas más convencidos no necesitarán mayor justificación para rechazar los procesos privatizadores. Sin embargo, otros pueden necesitar mayor evidencia de que la privatización es inaceptable… y la hay en abundancia.
La privatización, tal como se practica hoy, es un proceso que refuerza al Estado y debilita al sector privado. Irónicamente, un proceso que se vendió como una forma de traer “valores de empresa” al sector público ha llevado justamente al resultado contrario.
En primer lugar, “privatización” es una definición errónea de ese tipo de procesos. En un proyecto gubernamental “privatizado”, el Estado sigue manteniendo la autoridad principal sobre él… llevándose jugosas tajadas financieras en conceptos de “gestión” y “supervisión”. El control del Estado sobre el proyecto lo mantiene en la nauseabunda esfera del politiqueo, mientras que las “comisiones” adicionales disparan el precio desde los precios de mercado hacia “precios políticos”.
Por otra parte, las empresas que ganan los concursos o que querrían tomar parte en ellos no son necesariamente las más eficientes del mercado. Más bien suelen ser las empresas con mejores contactos e influencia en la esfera política. Ergo, la “privatización”, más que una forma de solventar las ineficiencias del Estado, es un vector de esas ineficiencias hacia el sector privado.
Por último, hay una perversión fundamental en esas “sociedades mixtas” mencionadas previamente: si bien en ellas el Estado mantiene la autoridad fundamental, es la empresa privada la que acarrea la mayor parte de la responsabilidad de los posibles resultados desfavorables.
Así, los proyectos privatizados que fracasen (presos que han sufrido abusos en cárceles “privadas”, un posible problema en las cápsulas tripuladas “privadas” de la NASA) pondrán en bandeja a los burócratas la cabeza de turco de las empresas privadas, intentando que olvidemos que esas empresas trabajan en esos proyectos bajo una regimentación estatal inmensa.
Las empresas de mercado serán las que se lleven los palos: por otro lado, las “empresas privadas” con mejores conexiones políticas estarán dispuestas a poner el cazo para el siguiente proceso privatizador una vez la opinión pública olvide el incidente, incluso si se les da un leve escarmiento público para guardar las apariencias.
Por su parte, las agencias gubernamentales siguen adelante, con sus reputaciones (y sus presupuestos) intactas.
La privatización, tal como hoy se practica, es un juego de “cara: el Estado gana; cruz: la empresa privada pierde”. Si un proyecto privatizado da resultados escandalosos o es una ruina, la culpa es del mercado y el Estado deberá involucrarse más directamente. Si un proyecto privatizador tiene un cierto éxito, el Estado se lleva el crédito del proyecto y procede a “cebar” a las empresas con más proyectos privatizadores, atrayendo más y más partes del sector privado al cálido y despilfarrador abrazo del sector público.
La alternativa a la privatización que se practica hoy (que podríamos llamar “privatización de pega”) es una auténtica privatización: los servicios que tradicionalmente ha prestado el Estado deben ser completamente retirados de sus zarpas. La justificación de las privatizaciones de pega es que, en verdad, el mercado es más eficiente que el sector público. Para cualquier cosa.
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21 Responses to El problema de la privatización
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« El Estado al rescate de la macrocorporación Agricultores y molineros: la parábola del cálculo económico »
Vaya, gracias a Logse por la traducción; no sabía que estuviera al corriente. 🙂
Este artículo de Knapp viene muy al tema de lo que hablábamos en el post de la estrategia, ya que las privatizaciones desde una perspectiva mutualista deberían consistir en: a) devolver la propiedad a sus legítimos dueños -contribuyentes, trabajadores, comunidades- b) como dice Knapp, retirar todos los servicios de las zarpas del Estado. Las privatizaciones neoliberales no tienen nada de antiestatistas.
Por cierto, ¿no sería mejor quitar el email? puede lloverle publicidad al correo a raíz de eso…
Un saludo.
Bueno, me pidió él que lo pusiera. A ver si se pasa por aquí y nos dice que le parece.
Por cierto, contactamos al final con el C4SS? Él ya lo ha hecho y está como traductor, quizá mande yo el texto de Carson que traduje y podamos publicar algo ahí.
«a) devolver la propiedad a sus legítimos dueños -contribuyentes, trabajadores, comunidades- b) como dice Knapp, retirar todos los servicios de las zarpas del Estado. Las privatizaciones neoliberales no tienen nada de antiestatistas.»
Estoy de acuerdo con eso Victor, sin embargo ¿cúal sería el procedimiento? ¿Has caido en la cuenta de que comienzas la frase con la palabra devolver? Esto implica hacer una transferencia de la propiedad estatal al sector privado, pero para ello tienes que estar en una posición que te permita hacer tal devolución. Uno devuelve lo que tiene o lo que controla. Eso significa estar en el poder, en el gobierno.
Se que no es la opinión más popular aquí, pero cada vez veo más dificil que se consiga desmontar el estado (desmontar,no hacerlo saltar por los aires, lo que nos llevaría, probablemente, a un nuevo Feudalismo) si no es desde la política. No digo que me guste, pero las otras opciones (agorismo, desobediencia civil,…) me parecen poco realistas.
Lo siento pero el rollo partidista no me gusta, lo veo aún más utopico que las otras soluciones. Si no mira como ha acabado el libertarian party, además de que estariamos aceptando el juego estatal y siendo incosecuentes con nuestras propias ideas anarquistas.
Me gusta mucho más la vieja idea anarquista de formar milicias y expropiar, la veo más razonable.
Saludos
Chena, más allá de lo eficaces que sean unas medidas u otras, montar un partido anarquista es un oxímoron. ¿No crees? Y desde luego desde mi punto de vista el libertarian party no es anarquista ni mucho menos. Por eso hay que buscar otras alternativas, pero no caer en un error de ese tipo.
Entrando en el juego politico entrariamos a su vez en una incongruencia irrefutable,Kropotkin hablaba siempre de que un «gobierno» temporal como el que se habia creado en la Francia revolucionaria era positivo,pero porque este estaba controlado directamente por las distintas secciones del Paris de la epoca y los representantes no eran mas que eso representantes de la opinion del sector al que representaban,en cuanto los burgueses se enteraron de ello se apresuraron a erradicarlo introduciendo en ese «gobierno» elementos que lo desvirtuaran y asi el proyecto acabo como todos sabemos.Con esto quiero decir que la politica es muy peligrosa porque tiene miles de artimañas y el idealista cuando acude al parlamento cambia su ideal por ansia de poder.Por no aludir al hecho de que cualquier decision por muy buena que sea objetivamente deja de serlo por el hecho de ser impuesta,asi como que la «revolucion»debe ser un movimiento cultural y no de una serie de personajes ilustrados que debatan en la camara o donde corresponda.Esta propuesta A.Chena la he tenido presente yo durante mucho tiempo y Victor lo sabe bien,incluso aun queda algo de ella pero desde luego siento decirte que creo que solo serviria para subir tu propio ego improperiando contra los diputados y para desfigurar seriamente el anarquismo
Saludos
Nadie niega los peligros de un partido político, pero decir que que es una opción menos realista que las otras es no estar en el mundo y sobre todo no saber mucho de historia.
Ningún cambio político de calado se ha conseguido nunca sino desde el poder, Revolución Francesa y Americana incluidas. ¿Cómo si no puedes desalojar a las fuerzas reaccionarias que se niegan al cambio? Si, por ejemplo, los independentistas americanos no hubieran creado un mando único, el congreso continental, habrían sido barridos por los ingleses en poco tiempo. Como lo fueron otros que lo intentaron antes y después.
Por otro lado, esperar que la población se vuelva anarquista es pura religión. Es como la segunda venida de cristo, algo que no sucederá nunca. Afortunadamente. Porque si así fuera significaría que todos pensariamos igual y que la individualidad que defendemos habría desaparecido.
En cuanto al Libertarian Party este jamás ha afirmado ser anarquista. Yo estoy filosoficamente de acuerdo con el anarcocapitalismo, pero las tácticas deben aplicarse a la realidad, a ser posible después de haber estudiado casos históricos parecidos.
Lo que yo deseo es más libertad, no más anarquismo Si un partido permite esto pués a mi me da igual Bakunin, Rothbard o quien sea. Insisto, no es la opción más atractiva pero todavía no he escuchado otra mejor, de hecho no he escuchado ninguna otra.
Tigre, el problema del ejemplo histórico que planteas estaba en que los que tomaron el poder en Francia no compartían las opiniones que luego defenderían los anaquistas. A los burgueses estoy seguro que el plan de tomar el poder les pareció estupendo. A mi modo de ver esa es la clave del asunto: los libertarios nos retiramos siempre de todo lo que huela a poder, pero haciendo esto lo que conseguimos es dejarselo a gente de otras ideologías, generalmente totalitarias. Os animo a que leais el primer capítulo del libro de Rothbard Hacia una nueva Libertad en el que relata el plan de dos presidentes de EE.UU. Van Buren y Jackson, para dejar al estado reducido a la nada y lo cerca que estuvieron de lograrlo.
Eliminar al Estado desde dentro es cuanto menos un sueño,lo primero es que no se dan las condiciones ni mucho menos idoneas para alcanzar el poder,por otro lado un intento de alcanzar el poder con pocos medios para dar a conocer tu proyecto,solo serviria para que este se malinterpretase tanto de forma natural como manipulada.Ademas de que una representacion minima en el parlamento no tendria repercusiones mas alla de lo anecdotico y peripatetico.Asi mismo para «destruir» al Estado desde dentro deverias entrar en las reglas del juego del Estado,vease legislacion,imposicion,etc.Por todas estas y mas razones creo que no es una buena idea el meterse en un berenjenal tal.Bien es cierto que revisando la historia como tu dices encontramos hechos historicos favorables para el anarquismo al introducirse en politica como por ejemplo la aceptacion de cargos ministeriales por integrantes de la CNT en aquel gobierno beligerante,pero tambien encontramos otras negativas como los revolucionarios ucranianos de principios del siglo XX que no hicieron mas que oscurecer el nombre del anarquismo.Yo creo,y con esto termino,que uno de los puntos clave en caso de acceder al poder es que esta ascension sea rapida y contundente,de otra manera estaria condenada al fracaso.
Saludos
@ A. Chena:
Considero que los políticos tienden a racionalizar sus propios intereses con tal de sentirse imprescindibles. El mejor ejemplo me parecen los partidos marxistas, especialmente la URSS, que jamás llegaron a abolir el Estado -ni siquiera a reducirlo- como preescribía la doctrina de Marx. En el caso de un presunto partido anarquista, el político de turno tiene muchos incentivos en retrasar el desmantelamiento del Estado con fundamentos «razonables».
Me llama la atención que consideres una utopía persuadir a una porción importante de la población, al tiempo que promueves la participación política, ¿cómo se come eso? ¿los partidos políticos no necesitan votantes?
Y no creo que convencer a una mayoría sea un mal síntoma; el primer paso para el fracaso es el «orgullo de la minoría», de sentirse mejores por el hecho de ser pocos. Pienso que si nosotros hemos llegado al anarquismo cualquiera puede hacerlo.
Nunca podremos convencer al 100%, pero sí podemos mantener un buen núcleo de gente concienciada y una gran porción de gente simpatizante, que en momentos críticos pueden pasarse a nuestras filas.
En mi opinión la acción debería girar entorno a tres ejes: propaganda, agorismo y economía social. Aisladamente todos plantean problemas, pero creo que podemos insertarnos en el tejido social y plantear solucones para los problemas de la gente. Piensa en el banco sin interés JAK; allí hay muchos mutualistas potenciales (de hecho, por lo que he hablado con su creador, él está muy cerca de nuestras ideas), ¿por qué no podemos explotar algunos filones y hacernos fuertes?
El partido me parece desmovilizador, tiende a hacer a la gente confiar en la acción de un ente superior que no tiene ningún incentivo en servirles. Además, el desmantelameinto del Estado, en última instancia, solo puede llevarse a cabo con la ayuda de la gente.
El anarquismo es cuestión de egoísmo, pero no es una urgencia apresurada.
Victor y Tigre, estoy de acuerdo en algunas cosas que decís. Es cierto que el llegar al poder debe hacerse rapido y contundentemente porque si no se corre es riesgo de acomodarse y acabar degenerando. Para ello es importante estudiar el momento en el que actuar y tener medios para hacerlo. Tengo claro que para que un partido libertario tuviera exito necesitaría tener grandes medios económicos para dar a conocer su ideario y que el cansancio de la gente con el modelo actual fuera grande. Esto último, en mi opinión, se va cumpliendo cada vez más.
Victor el supuesto deseo de abolir el estado por parte de los marxistas no pasa de ser pura retórica. No forma parte, a diferencia de lo que sucede con cualquier clase de libertarismo, de su esencia. Sin embargo me pones un buen ejemplo a mano: podemos decir sin equivocarnos mucho que los marxistas han, en gran medida, triunfado. Es alucinante ver el primer programa político del SPD y comprobar como el actual sistema político-económico es 1000 veces más socialista. El reformismo que ese partido inició y que fue criticado por los marxistas más radicales ha llevado, un siglo después, a obtener cosas impensables para los socialistas de entonces. No despreciemos a la ligera el reformismo per sé, eso nos puede llevar también al estancamiento del movimiento libertario. Las pequeñas victorias son necesarias, aunque solo sea para mantener la moral.
Las revoluciones, Victor, las han hecho siempre minorías. Siempre. Debemos adquirir la simpatía o la aquiscencia de una mayoría de la sociedad, pero teniendo claro que a la mayoría de la gente el activismo político le trae sin cuidado y que no se implicarán jamás a fondo. Eso nos lleva a que cualquier lucha ideológica se produce entre minorías que intentan hacerse con los resortes del poder (no me refiero solo al estado).
Por otro lado me alegra que al menos tú propongas cosas concretas. En cuanto a la propaganda estoy del todo de acuerdo y tengo algunas ideas al respecto que podriamos comentar.
El agorismo me parece de lo menos útil porque exige sacrifico y es muy arriesgado. Exige violar la ley y no con actos puntuales, sino de forma continua y cotidiana. No creo que muchos ciudadanos estén dispuestos a arriesgarse a las consecuencias de eso. Los únicos dispuestos son criminales que desde luego no están interesados en acabar con el estado, al que necesitan para sobrevivir (la mafia o el narco son buenos ejemplos).
La economía social es limitada, la mayoría prefiere la empresa capitalista clásica. Además como anarcocapitalista, el que la empresa tenga este o aquel propietario a mi ma da igual con tal que sea legítimo. Y es secundario en relación al tema de la iliminación del estado.
Tigre: ¿Qué es lo que pasó en Ucrania que manchó el nombre del anarquismo?, yo creía que la actuación del ejército negro había sido buena, ¿No será la plataforma?
@Victor,perdona mi ignorancia,pero ¿a que te refieres con promover al agorismo?¿solo su aspecto economico?si es asi creo que pecas de nuevo en simplificar los deseos de la sociedad asi como los aspectos que debe promover el anarquismo en lo economico.
@A.Chena
Las revoluciones, Victor, las han hecho siempre minorías. Siempre. Debemos adquirir la simpatía o la aquiscencia de una mayoría de la sociedad, pero teniendo claro que a la mayoría de la gente el activismo político le trae sin cuidado y que no se implicarán jamás a fondo. Eso nos lleva a que cualquier lucha ideológica se produce entre minorías que intentan hacerse con los resortes del poder (no me refiero solo al estado).
Eso puede funcionar para cualquier tipo de revolucion en la que intervenga un organo central que con una voz omnipotente dicte las normas,de todo tipo,desde el mas nacionalista el movimiento chino por la ingesta de wang tun frito,pero no asi en el anarquismo que confia su exito en la movilizacion social y en su autogestion.
@raskolhnikov
En suma considero que la existencia del movimiento negro fueron favorables en muchos aspectos para la sociedad ucraniana,de hecho muy favorables,por cierto son un claro ejemplo de movimiento anarquista de pequeños propietarios con aspectos muy cercanos al mutualismo,Yo en lo que considero que se equivocaron fue en su acercamiento al gobierno inducidos claro esta por Moscú,pero sobretodo en el que debido a ese compromiso dejaron flitrar demasiado las chekas y el Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes.
Saludos
Efectivamente Tigre, el anarquismo ha confiado tradicionalmente su exito en la movilización social y en su autogestión. Por eso ha fracasado siempre. Lo del 36 fue el intento más acabado y duró menos de un año y fue una constante cesión en los puros principios anarquistas.
Creo que deberíamos explorar otros medios sin pensar que cometemos herejía por ello.
Saludos!
A. Chena, veo bien que cuestiones hasta el último dogma del anarquismo, pero me plantea muchas dudas tu propuesta.
La falla principal que veo a los «parlamentaristas» es que parece como si todos los inconvenientes de persuasión, movilización social, etc. que vigen para la táctica «revolucionaria» no existiese en la toma «reformista». Como tú mismo dices, las revoluciones las hacen minorías concienciadas, pero las elecciones debe ganarlas la mayoría -por lo tanto, quizá los costes de transacción sean mayores para el parlamentarismo, sin añadir sus peligros.
Comparto tu excepticismo con el agorismo, pero creo que la idea base debe servirnos de guía en la medida en que podamos: retirar riqueza desde la cooperación forzada a la cooperación voluntaria, del estatismo al libre mercado.
Personalmente, revertiría la frase de Konkin por otra más mutualista: convertir a los contraeconomistas (sociales: coops, etc.) en libertarios, y a los libertarios en contraeconomistas sociales. Desde una base segura y legal como las cooperativas, asociaciones de propietarios, vecinos, mutualidades, etc. se pueden hacer incursiones agoristas más o menos arriesgadas y, sobre todo, se puede ganar fuerza. Los centros de estudios económicos, los activistas políticos, etc. podrían caminar de la mano.
Marco Arrieta está enfrascado en un proyecto de cooperativa de consumo, seguro que te puede contar mejor. En general pienso que la gente es más permeable a las ideas cuando las encuentra útiles y funcionando, y creo que en esa medida el agorismo podría funcionar a pequeña escala ofreciendo tribunales y seguridad voluntaria, de forma paralela a la economía social.
El fracaso de la Revolución española yo diría que fue un fracaso de principios más que de táctica (como, en mi opinión, prueba el hecho de que frenasen el golpe de Estado en gran parte de España). Los colectivistas no suelen distinguir con claridad entre invasión de derechos y defensa de los mismos, y a partir de ahí no saben con quién aliarse, contra quién arremeter ni cómo actuar -de ahí por ejemplo los bandazos en relación a la colectivización, al gobierno, etc.-.
Un saludo, creo que este debate peude ser fructífero 😉
si,puede ser fructifero,pero no me respondes a mi pregunta Victor,por cierto que en el otro texto que esta actualmente comentandose te he hecho otra y tampoco has contestado.
Saludos
Victor mi opinión es que ningún método es perfecto pero todos son necesarios. El parlamenterismo tiene también sus ventajas y no es necesario ganar unas elecciones para influir en la legislación de un país, basta con tener una representación suficiente. Hay numerosos ejemplos, en todo el arco ideológico, de lo que afirmo. Por ejemplo el giro a la derecha (aún más) de Sarkozy es fruto de la presión del Frente Nacional, que con sus votos ha forzado a toda la derecha a radicalizarse.
Creo que lo mejor sería un Movimiento Libertario entendido no como una organización, sino como un conjunto de diversas estrategias llevadas a cabo por personas que comparten ideas similares (que no iguales). De este modo los libertarios podrían elegir donde implicarse más: en el agorismo, en un partido libertario, en la agitación cultural, etc… De hecho en EE.UU. es ya, en gran parte, así.
Lo importante sería que, más allá del método o métodos que cada uno elija, exista una solidaridad entre los libertarios, que no dediquemos más tiempo a crticarnos entre nosotros que a criticar al enemigo. Que puntualmente no temamos echar una mano a compañeros que han optado por otro medio de activismo diferente (siempre que no implique violencia), aunque no sea el que más nos guste.
Tigre, el agorismo es la táctica de acabar con el Estado mediante los mercados negros y grises, es decir, evadiendo al fisco.
A. Chena, la complementariedad la veo más lógica, aunque pienso que si el partido llegara a obtener el suficiente apoyo también tendríamos la suficiente fuerza como para acabar con el Estado prescindiendo de él.
Dos cosas:
1) Opinas que tomar el Estado es la mejor forma de garantizar la revolución, entonces, ¿cuándo debe cesar el Estado? ¿cuando acabemos con la «reacción»? Me preocupa especialmente este punto porque puede ser la principal grieta por la que se perpetuaría el Estado.
2) ¿Qué opinas del vuelco estatista del Libertarian Party? ¿no es una prueba de que el parlementarismo no es la vía?
Victor,no es eso lo que te he preguntado,ya se que en el agorismo su tactica fundamental es el destruir al estado con los mercados negros y grises.Lo que yo estoy preguntando es si en tus 3 maximas fundametales no basas todas tus fuerzas,es mas,no lo pregunto sino que lo afirmo,en realidad queria crear un debate sobre la necesidad de otros aspectos que no sean economia,la economia esta bien,pero no es el todo y tu tesis de las bases a seguir son propaganda y economia basicamente,no lo creo asi y creo que fomentar otros factores como la sociologia o recavar en lo mas hondo de los individuos es tan o mas importante que la economia.
PD:»Economista de mierda»Pio Baroja
Saludos
Victor te contesto:
a) Cuanto mayor es el tamaño del estado mayor es su poder, más gente depende de él y por tanto más gente está dispuesta a defenderlo. Y lo que es aún peor: más gente pierde la capacidad para valerse por si mismo. La reducción del estado siempre que sea posibles es importante para reducir su poder y para re-acostumbrar a la gente a una vida independiente y no parasitaria. Al ir reduciendo el estado, el «clima» se volverá más propicio para la libertad. La gente necesita vislumbrar como sería una sociedad sin estado y eso es más fácil si la sociedad es cada vez menos estatista.
Avanzemos y supongamos que estamos en una situación revolucionaria, un gobierno libertario podría reducir el estado a una mínima expresión, tal y como hizo Andrew Jackson. Eso ya sería un avance enorme. ¿Y el siguiente paso? El riesgo de que el estado no desapareciera sería grande pero también lo sería aunque la revolución no intentara tomar el poder. Ese riesgo siempre estaría ahí. Dependerá mucho del caracter del pueblo donde esa revolución se produzca, de su cultura libertaria.
Las posibilidades de acabar con el estado aumentan cuanto más fuerte es la sociedad civil y las empresas que pueden prestar los servicios que ahora da el estado. Pero nunca podrán fortalecerse si el estado sigue y sigue creciendo sin que hagamos nada para evitarlo.
b) El libertarian party, en mi opinión, ha sido víctima, paradójicamente, del sistema de partidos que hay en américa, el cual es más libre que el europeo. La estructura abierta de los partidos republicano y democrata permite que tendencias ideológicas muy diversas sean rapidamente cooptadas. Esto hace terriblemente difícil a un tercer partido el hacerse un hueco. Esto lleva a una larga cadena de frustraciones que, a la postre, hace que algunos se vuelvan «pragmáticos» en un intento de ganar votos. Esto es lo que llevó a elegir como candidato a Bob Barr en un intento de atraer el voto conservador y «sensato». Como no podía ser de otra forma fracasaron. Nadie necesita votar a la copia cuando se tiene el original (el partido rapublicano). En america quizás sea mejor la táctica que está empleando Ron Paul y que parece que va a seguir su hijo.
En Europa la situación es muy diferente. Hemos visto como a menudo surgen nuevos partidos, generalmente populistas y xenófobos, que logran hacerse hueco en los parlamentos. Los partidos están más ideologizados y no pueden absorver ideologías diversas tan facilmente. No voy a negar que una cuestión clave es el dinero, sin este ningún nuevo partido tiene muchas posibilidades de hacerse oir.
En fin, como decía Malcom X, yo apuesto por TODOS los medios que sean necesarios.
yo creo para ir ampliando el debate que propone tigre, que la economia libertaria en cualquiera de sus variantes llevadas a la practica es la mejor propaganda, que ademas es escuela, por que mientras se hace coperativa se hace comunidad y se muestran en la praxis los principios libertarios del convivir, y que cambiando el medio economico se cambia tambien en una buena parte la psicologia de las personas… ademas esos otros factores deben ser sustentables economicamente, eso le da mas importancia al aspecto economico.
Por ejmplo, podemos hacer un colegio o un ateneo, ademas de las actividades que ahi se realicen, obviamente culturales y formativas, los que en ellas participen deben tambien ser parte de la administracion del lugar, deben por lo tanto poner mucha anatesion al como funciona la economia y como sacarle la vuelta al sistema y aprovechar todos las grieta y herramientas que le ponen a su dispocion, mas aun si es una coperativa que produsca algo, de manera que para dentro sea una organizacion anarcocomunista si asi lo quieren los integrantes y para fuera , por una cuestion de nesecidad o de estrategia consecuente con realidad, se realizen practicas mas agoristas, y cuando digo afuera me refiero a los momentos ne que nos relacionamos con el sistema capitalista, y adentro no solo es con la empresa que estamos formando si no tambien con cuanto emprendimiento similar podamos asociarnos y con la que podamos colaborar y/o hasta federarnos, asi construimos cambios y alternativas al sistema de asco que hay hoy…
«Construir la nueva sociedad en el cascaron de la vieja»
A. Chena cuál es tu correo, no lo encuentro en tu perfil. Puedes enviarlo a mi correo que está en mi perfil. Saludos.