Huerta de Soto habla del Imperio Romano
En este vídeo, el profesor Huerta de Soto, prestigioso economista español de la Escuela Austríaca y anarcocapitalista, nos cuenta didácticamente las causas de la caída del Imperio Romano. Nos señala, en orden cronológico, el excesivo gasto del estado en ‘pan y circo’ para mantener a los más pobres de la sociedad romana, la devaluación de la moneda para mantener ese gasto – con la consiguiente inflación – y el control de los precios. Todo esto acabaría por hacer insostenible la próspera economía de mercado romana, hasta que se llegó a prohibir a los campesinos trasladarse de su propia tierra, lo que sería el comienzo del feudalismo.
La culpa de todo la tuvo, entonces, el socialismo y el estado de bienestar. De entrada he de decir que me parece inadecuado el uso de estos anacronismos, por sus connotaciones. [1] De hecho, también la palabra estado es un anacronismo, pues Roma no constituía un estado en el sentido moderno del término.
Es gracioso como Huerta de Soto identifica la prosperidad de Roma con el libre mercado, ya que la economía romana dependía en buena medida del estado.
Gran parte del trabajo era realizado por esclavos, que eran en su mayoría prisioneros de guerra. Las guerras serviles y las rebeliones de esclavos me hacen pensar que, sin la protección del estado, mantener la esclavitud hubiera sido muy difícil. Buena parte de la riqueza de Roma se basaba en la conquista de territorios, a la que seguía el saqueo, el aprisionamiento de esclavos, el reparto de tierras entre la élite militar o política y los tributos sobre la población. El agotamiento de tierras nuevas que conquistar también contribuyó a la caída del Imperio.
Llegó a haber un gran volumen de comercio interregional. El comercio a corta distancia se realizaba a través de las calzadas construidas por el estado. A mayor distancia se realizaba en barcos que cruzaban el Mediterráneo, entre puertos construidos por el estado y protegidos de la piratería por la marina del estado, cuando no era controlado directamente por el estado a través de los colegios de armadores navales. No es casualidad que todo el comercio se centralizara precisamente en Roma, la capital política.
Que el colapso del Imperio Romano viniera acompañado de una vuelta a la economía rural y de autosuficiencia también indica la dependencia de la economía romana del estado.
Sin duda el colapso del Imperio tuvo que ver con el excesivo gasto del estado, incluyendo el gasto destinado a beneficiar a las clases populares, con la inflación y con el control de precios. Pero, a no ser que el profesor Huerta de Soto pueda argumentarme que todo lo que he descrito no es intervención estatal sino libre comercio, comete el error de ignorar completamente esas formas de intervención que benefician a la clase dominante, y percatarse sólo de las que benefician a las clases populares.
Además, los ‘mil años de oscurantismo’ que hubo entre la caída del Imperio Romano y el comienzo de la Modernidad fueron más característicos de una sociedad libertaria de lo que lo fue nunca el Imperio Romano. No es casualidad que casi todos los ejemplos históricos de ley policéntrica se sitúen en la Edad Media. Los años de ‘oscurantismo’ no terminaron con una vuelta al libre mercado, sino más bien al contrario, con la reafirmación de la autoridad del estado centralizado, la subordinación de las ciudades libres y la expropiación del campesinado.
La misma ceguera que le impide al profesor Huerta de Soto ver un tipo de intervencionismo pero no otro, también le impide ver las consecuencias del intervencionismo en el capitalismo actual. Porque en el capitalismo actual el estado no sólo se dedica a dar pan y fútbol (y seguridad social) al pueblo. El control sobre la banca, las barreras de entrada a la apertura de nuevos negocios, la infraestructura estatal de transporte y telecomunicaciones, los subsidios a las empresas, la investigación científica hecha con dinero público, y otras muchas formas de intervención que sin duda él ha analizado y criticado, no sirven sólo para mantener a los trabajadores por encima del nivel de subsistencia, sino que permiten y mantienen la subordinación de los trabajadores. Constituyen la estructura sobre la que ciertas empresas obtienen beneficios a costa del contribuyente y mantienen una jerarquía en su organización interna.
No se trata sólo de que ciertos empresarios se beneficien de ciertas formas de intervencionismo – algo que muchos liberales y anarcocapitalistas nunca han dudado en denunciar –, sino de que la propia distinción entre empresarios y trabajadores depende de ese intervencionismo.
Esta ceguera también le impide deducir las consecuencias radicales de sus propias ideas: que en el libre mercado la economía tiende a ser descentralizada, autogestionaria y autosuficiente.
El análisis de la economía tanto del Imperio Romano como del capitalismo actual me lleva a pensar que es poco probable que surja una economía centralizada, jerarquizada y especializada sin la intervención del estado. Es decir, justo lo contrario de lo que piden los liberales y anarcocapitalistas que defienden precisamente este tipo de economía, como el profesor Huerta de Soto.
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[1] No voy a entrar en las connotaciones que tiene la palabra socialismo en particular, y que son ya bastante conocidas para muchos lectores de este blog. Ver, por ejemplo:
http://www.mutualismo.org/2008/06/el-mito-del-socialismo-como-estatismo/
Fuentes:
http://societasmaris.blogspot.com/2009/10/la-privatizacion-del-imperio-romano.html
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18 Responses to Huerta de Soto habla del Imperio Romano
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« Cooperativismo en el Port de la Selva en 1936 Sobre la crítica de Per Bylund al anarquismo socialista »
Hola otro Alberto.
Digno del Vulgar Libertarianism Watch de Kevin Carson el catedrático aquí. Y mira que no me disgusta del todo este hombre, pero vamos esta teoría de que el Imperio Romano colapsó porque era un Estado del bienestar lo veo un poco… muy propagandístico…
Un saludo,
Alberto García
Las hordas bárbaras ancaps se acercan a nuestro imperio…
Damas y caballeros, estuve probando a ver como era lo de Twitter y Twitterfeed y esta entrada es la primera que ha twiteado de forma automática.
Aquí estamos:
http://twitter.com/mutualismoorg
Si tenéis Twitter ¡a retwittear!
Yo tengo otra teoria, El imperio romano sufrio un colapso economico debido a que su dinero era de plata, tenian leyes que fijaban fuertemente la facturacion de su moneda a una medida de plata especifica, y su caida se inicia con el agotamiento de las minas de plata en Iberia. Asi para seguir comerciando y ya al carecer del metal , el imperio comenzo a trucar su propia moneda baniando cobre con plata y devaluandola cada vez mas, perdiendo la confianza la gente, ya que los denarios eran usados para comerciar a grandes distacias, y bueno blabla bla la misma historia de siempre… la gente descubre que puede hacer su propia moneda, el poder central pierde fuerza, nuevos centros de poder surgen, otras partes del imperio entran en crisis, los sistemas basicos se pierden, y cuando tus soldados no reciben su paga o dejan los fuertes o se buscan la forma de cobrarse…
saludos cordiales
Este tema es de los que me gustan, Alberto. 🙂
La conferencia de Huerta tiene algunos puntos correctos, pero en general desatina bastante. Su teoría sobre el control de precios y la devaluación de la moneda como causas de la decadencia del Imperio romano, que como él mismo reconoce se basa en Mises, tiene un problema importante: la crisis comienza en el siglo III, y el control de precios de Diocleciano data de principios del siglo IV. Desde luego que tales medidas acentuaron aun más la decadencia, pero fue más consecuencia que causa de la crisis inicial, puesto que si el Estado hubiera tenido medios suficientes no hubiera necesitado devaluaciones ni, posteriormente, control de precios.
Respecto al «Estado del bienestar» romano, su teoría tiene varias fallas:
1. En primer lugar, los repartos de trigo se venían haciendo desde época mediorrepublicana, acentuándose con las conquistas de los siglos III y II a. C. Eso son cinco siglos antes de la crisis, ¿qué clase de relación causal puede fijarse con una distancia temporal tan grande? Más si tenemos en cuenta que en el período intermedio encontramos la época de mayor esplendor romano.
2. Los repartos de trigo estatales eran exclusivos de Roma, por lo que dudo que tuviera repercusiones tan grandes como para socabar toda la economía del Imperio. De hecho, todos los Estados del mundo poseen una clase minoritaria que parasita la producción de la gran mayoría, y ello casi nunca constituye la causa del colapso.
3. El trigo que se consumía en Roma podía proceder de tierras estatales, pero en gran parte también beneficiaba a agricultores privados que tenían contratos con el Estado, por lo que el sistema de la anona no tenía por qué desincentivar la agricultura privada. Carezco de datos precisos, pero dudo que Huerta pueda respaldar sus afirmaciones. En cualquier caso, aun aceptando su tesis, los agricultores del Imperio solo perderían el mercado de Roma; que, siendo optimistas, no debía constituir más que el 5% de la demanda de trigo.
4. Los campesinos empezaron a migrar masivamente hacia Roma a fiales del s. III a. C. y principios del II a. C., mucho antes de la época de la decadencia. Y la causa profunda de esa migración era, más bien, la ruina de la pequeña agricultura a causa de la competencia de las villas, cuyo principal insumo (los esclavos) estaba masivamente subvencionado a causa de las conquistas. La II Guerra Púnica acentuaría esa tendencia. Los grandes repartos de trigo empezarían precisamente después de la ruina de los pequeños propietarios agrícolas, no antes.
5. Cuando se instituye la adscripción de los campesinos a la tierra, la ruralización del Imperio ya hace muchas décadas que se está produciendo; esa medida se toma por motivos fiscales, para facilitar la recaudación, no para evitar una migración a las ciudades que no existía.
Aunque, como digo, parte del análisis económico de Huerta de Soto es correcto, tiende, como muchos economistas, a centrarse en el «tiempo corto», en las medidas que llevaron a cabo tales o cuales emperadores en lugar de en el proceso de conjunto (y por supuesto, obvia las cuestiones ideológicas). La clave está en el hecho de que la expansión de los siglos III y II a. C. generó una economía de depredación basada en la obtención continua de tierras, botín y, sobre todo, esclavos. En Delos se vendían decenas de miles de esclavos en época de las grandes campañas orientales.
Como consecuencia de todo aquello, los pequeños propietarios, que además estaban obligados a servir en el ejército, se arruinaron por la competencia de las grandes villas esclavistas, cuyos costos eran artificialmente bajos; y todos los sectores de la economía empezaron a crecer en escala, lo que tendió a desplazar a la clase media tradicional, que se vio forzada a emigrar a las ciudades y a vivir de empleos marginales y del evergetismo de los ricos (o de la anona estatal, en el caso de Roma). La aversión al trabajo, cimentada a lo largo de todo este proceso, impediría que la economía se reajustase a las nuevas circunstancias una vez escasearon los esclavos. Algo similar le sucedió al Imperio español cuando las remesas de plata americana dejaron de rendir lo esperado.
Tampoco hay que despreciar el hecho de que se pagaba a los soldados con tierras al final de su servicio, de forma que cuando no se producían conquistas había auténticos problemas para licenciar a las tropas (de ahí, en parte, los conflictos civiles).
En definitiva, Roma cayó como otros imperios basados en un «modo de producción depredador» (p. ej. Asiria): la pura ley de rendimientos decrecientes impide que se sostengan a largo plazo. Me parece curioso que Huerta hable de una economía de mercado floreciente, cuando lo que en realidad existía era una economía basada en el saqueo y la deportación sistemática de población; la prosperidad romana se basaba, en gran parte, en la ruina de los pueblos vencidos (lo que tuvo consecuencias demográficas importantes, aunque sería un punto a estudiar).
(Perdonad el desorden, lo he escrito conforme iba viendo el video; quizá dentro de un tiempo escriba algo más metódico).
Gracias por la referencia a Societas Maris, Alberto!
@ Víctor:
Gracias por el comentario, le has dejado totalmente KO a Huerta de Soto. Habría que hacérselo llegar xD.
¿La ley de rendimientos decrecientes? Creía que era un concepto marxista desacreditado.
@ Marco Arrieta:
En realidad Huerta de Soto sí menciona la devaluación de la moneda, pero no la relaciona con la caída del poder centralizado ni con la capacidad de la gente de crear monedas locales.
@ Telmo:
xDDDDDDD
@ Alberto Jaura:
Gracias a ti por el artículo, hombre. Respecto a la ley de rendimientos decrecientes, creo que quien primero la formuló fue David Ricardo (su teoría de la renta está muy relacionada con el concepto), pero actualmente está totalmente integrada en el marginalismo: significa que conforme añadimos unidades de un insumo, dejando los demás constantes, su rendimiento tiende a disminuir.
Aplicado al Imperio romano (en realidad, a cualquier estado), quería decir que conforme se añaden nuevos territorios el coste de conquista y gobierno aumenta, al tiempo que los territorios tienden a ser más pobres -puesto que, como en el caso de la tierra, primero se ocupan las «parcelas» más ricas: áreas urbanizadas, zonas mineras o de costa, llanuras aluviales, etc.
@ Marco:
¿Tienes algún dato al respecto? Me suena haber leído esa opinión a Silvio Gesell, pero dudo que tenga alguna validez científica. Diría que el cobre y otros metales más baratos reemplazaron al oro simplemente porque, al ser más abundantes, permitían a los emperadores aumentar el gasto público sin subir los impuestos. Pero el oro siguió acuñándose en la Alta Edad Media, aunque perdió funcionalidad cuando el comercio a larga distancia, la división del trabajo y los intercambios disminuyeron.
Un saludo.
No Victor, eso no es de Silvio, no tiene nada que ver
Sobre el uso de otros metales el estudio indica que siempre se usaron otros metales por ser baratos en comercio regionales y/o locales, y la plata como moneda de uso comercial (de larga distancia) estatal,, al igual que el oro en menor medida, aun por lo general el oro era garantia y permacia en los cofres y pocas veces era puesto en riesgo
para mayor informacion leer : http://www.lahidradelerna.com/monedasregionales2.htm
gracias alberto por el link
saludos cordiales
¿Tienes algún enlace al libro? El link que me mandas es a la librería, no puedo ver la información.
El uso de distintos metales para distinto tipo de transacciones es algo muy común, pero eso está lejos de la teoría sobre la caída del Imperio romano que has enunciado más arriba. Me suena mucho que Silvio Gesell ya mencionaba de pasada algo similar a lo que comentas en El orden económico natural; y, de hecho, los dos autores que citas son gesellianos hasta la médula.
Un saludo.
jjajajaa no se si gesellianos pero algo asi….
No, eso si mal no recuerdo esta en ese libro del link o en el futuro del dinero, dejame buscarlo y te lo escaneo
abrazos
Nueva demagogia a la vista, así que hora de destruir falacias neo-mutualistas (de nuevo) 😉
Premisa 1. JHS dice «Causas de la caída del Imperio Romano»
Premisa 2. JHS NO dice «Causas por las que el Imperio Romano era una sociedad libertaria»
Esta crítica que hace @Alberto tendría algún sentido si el tema a analizar fuera «Razones del ascenso de la Civilizaciòn Romana» si se le quiere dar un vistazo como un todo a la sociedad romana de la época.
E incluso si el tema fuese razones del ascenso de la civilización romana, nos topamos con que su crítica parte de las premisas libertarias-capitalistas, por lo que se infiere que las acepta como válidas (aunque luego reniegue de la misma filosofía).
PD: Como comentarios personales puedo decir que Un Imperio si es exitoso y tiene respaldo popular debe ser por alguna razón que lo haga materialmente e ideológicamente posible, entre ellas suele estar que hay algún rango de libertad que hace tolerable ese sistema: con los romanos para empezar que el poder estaba en e Senado, que crean un sistema legal civil bastante confiable (la famosa seguridad jurídica que facilita la inversión y el crecimiento económicas al existir reglas claras*), que las provincias conservaban sus gobiernos autóctonos.
Claro también hubo una vasta inversión pública a la par que fue asociada en su época con el motivo del éxito romano, y que probablemente se tomó como la solución a los problemas que fue trayendo un Imperio tan extenso y complejo.
*PD: La corriente de juristas libertarios-capitalistas usa el ejemplo del Derecho Civil Romano como ejemplo de seguridad jurídica frente al derecho individual (en la medida del reconocimiento limitado de este en la época, sólo a los «ciudadanos» aunque con el tiempo a todos los habitantes) y una forma ordenamiento exitoso producido por la experiencia de los magistrados y su jurisprudencia convertida en ley, ya desde antes de la República y el Imperio, y que fue heredado parcialmente por estas y que le dió estabilidad legal (en material civiles y mercantiles) a la sociedad más allá de las aventuras militares y políticas de sus gobernantes.
Esta es la línea que sigue JHS al respecto. NO que el Imperio y sus conquistas hayan sido ejemplo de una sociedad libertaria. Aunque tan poco por no ser libertario significa que no hay tenido sus logros, absolutos y relativos. La charla habla de Por qué la Caída de un Imperio otrora exitoso: Puede ser que entre las causas hayan algunas que le acierte, y otras que no, que esté totalmente correcto en lo que dice JHS o que se equivoque en las causas.
PERO, una vez más las falacias mutualistas hacen NON SEQUITUR lógico a que esta charla sobre «Caída de Roma» significa que JHS afirmase que «Roma era libertaria», cosa que nadie haya dicho. Me pregunto yo si es obsesión a que todos los que no están cerca del mutualismo son «vulgares» (y luego hablan de que quieren trato especial y que las críticas al mutualismo sean suaves y con cortesía) y deben ser criticados aun de lo que no han dicho o algunos neo-mutualistas tienen graves fallas de comprensión lectora y semántica.
Propongo una analogía extrema con fines didácticos:
Si el tema fuese «Caída de la Unión Soviética» desde un punto de vista libertario-capitalista, eso no implica de ningún modo que la charla afirmase que La Unión Soviética era un «modelo libertario». Si eso no tiene ningún sentido (para algún despistado la URSS tuvo éxitos en algunas áreas mientras existió y fue una sociedad colectivista en extremo, no por nada fue una de las dos superpotencias, pero lo que la hizo subir también la hizo caer), lo mismo acusar a JHS de poco libertario por exponer sobre la «Caída del Imperio Romano» y supone que si Roma cae por el intervencionismo eso significa afirmar que ascendió por ser liberal en todo aspecto.
Más bien, lo que critica Alberto es la idea que transmite Huerta de Soto (de forma muy explícita) de que el Imperio romano tenía una «economía de libre mercado», algo totalmente insostenible desde un punto de vista histórico. ¿Que, incluso bajo el Principado, Roma supo aprovecharse de cierta seguridad institucional y equilibrio de poderes, heredados de la República? Desde luego, y probablemente esa fuera su gran ventaja frente a las monarquías helenísticas. ¿Que el marco institucional era relativamente favorable a la actividad económica? De acuerdo. Pero eso no lo hace un libre mercado: su economía era básicamente depredadora, y estaba basada en la obtención masiva de esclavos, tierras y botín.
Partiendo de eso, el análisis de Huerta de Soto es una tergiversación total de la historia, sin negar sus méritos al analizar el control de precios y la inflación.
Libertad Primero, si JHS da a entender a los alumnos que «el socialismo», entendido como intervencionismo estatal, fue *la principal* causa de la caía del Imperio Romano, es normal que haya gente que le critique si sabe que esa no tuvo porque ser la causa definitiva para que aconteciera tal hecho (sino una más entre otras causas que el profesor no dice a sus alumnos).
Como dice Víctor, la idea que transmite JHS es que el Imperio Romano tenía una economía basado en la libertad de mercado. Otra cosa es lo que piense realmente, posiblemente no lo haga, pero es lo que da a entender con su exposición, que recordemos es en una clase a unos alumnos y no una charla a catedráticos de historia. Los alumnos pueden salir de esa clase pensando que en el Imperio Romano había una especie de economía de libre mercado que había conducido a una gran prosperidad y que «el socialismo de los emperadores» acabó con ella y que si no hubiera sido por eso quien sabe si no se hubiera podido llegar a la Luna en el año 800 ó 900 d. C.
No se critica tampoco toda la trayectoria de JHS, tan sólo se dice que en esta ocasión estuvo muy poco acertado.
Un saludo,
Alberto
Me parece un poco exagerada la critica, Huerta de Soto solo intenta explicar lo malo del estado de bienestar usando como ejemplo la caída del Imperio Romano. De ninguna manera afirma que había un libre mercado. Creo que apunta a que hay una gran diferencia entre el estado de bienestar y la ausencia de estado de bienestar, independientemente de que haya control centralizado o libertad.
Ademas es una clase de economía, no de historia.
Saludos.
Y vale, yo creo que el «Estado del bienestar» no lleva el bienestar a la población tampoco, pero la forma de explicarlo que ha escogido es muy mala porque:
En el Imperio romano NO, repetimos NO, volvemos a repetir NO había «Estado del bienestar», era un régimen económico esclavista.
XD
No me parece que eso sea una clase de economía sino de algo así como una «econoideonomía», como un uso de la «ciencia económica» al servicio de las ideas políticas que interesan al que está disertando.
@ Libertad Primero:
A nadie se le escapa que el mensaje que Huerta de Soto pretende transmitir con el vídeo es que el Imperio Romano era una próspera economía de libre mercado que cayó en la decadencia por culpa del socialismo y del estado del bienestar. Y dice literalmente que la economía romana era una economía de mercado, lo cual es falso. Ésto es lo que pretendía criticar principalmente en mi artículo.
Respecto a su análisis de las causas de la caída del Imperio Romano, me parece incompleto e ideológicamente parcial. Víctor ha explicado con más detalle por qué en su primer comentario.
Si por «premisas libertarias-capitalistas» te refieres a una ética de la propiedad privada, desde luego que las acepto como válidas, y no reniego de ellas en ningún momento. Yo diría que es Huerta de Soto quien reniega de ellas, pues no es capaz de asumir las consecuencias de estas premisas (como que una economía hiperespecializada y centralizada no sería posible).
La seguridad jurídica sobre la propiedad privada sirve de bien poco si es sobre propiedad ilegítima, es decir, la obtenida por medio de la conquista, saqueo o trabajo forzado. Y este era el caso de las villas y las factorías de las que provenía la mayor parte de la producción en Roma. Pero no te niego que esa seguridad jurídica pudiera tener efectos positivos, por ejemplo en el comercio a pequeña escala.
P.D.: Roma, como toda civilización, tenía sus aspectos negativos y también positivos.
P.D. 2: Yo no he dicho que Huerta de Soto sea un ‘libertario vulgar’ ni he criticado su trayectoria.
P.D. 3: Una falacia es un error en el uso de las reglas lógicas. Estrictamente hablando, no has señalado ninguna falacia concreta en mi artículo.
A ver estuve mirando el vídeo de nuevo muy antento para ver que dice exactamente. Dice Jesús Huerta de Soto casi al final:
Y yo les pregunto. ¿Qué habría pasado con la civilización si el prospero mundo liberal de la economía de mercado del Imperio Romano, de comienzos del Imperio Romano, no se hubiera desmoronado por culpa del socialismo? A lo mejor podríamos haber llegado a la Luna en el año 800 ó 900.
Vale, no dijo que era un «libre mercado» exactamente, pero ¿qué da a entender ahí a gente que repito no es experta necesariamente en historia como para saber que la economía del la Antigua Roma (en toda su historia) se basó en el esclavismo, la conquista, el robo y la depredación? Hablando de economía liberal y oponiendo eso al intervencionismo que menciona luego también, un lego en la materia concluirá fácilmente que en la primera época de la Antigua Roma había una economía de libre mercado, cosa que es lo que este artículo intenta aclarar.