La segunda venida del Mutualismo
Hace ya más de siete años, cuatro de nosotros —ahora, siete— fundamos esta página con la intención de difundir el mutualismo. No conocíamos a nadie, fuera de nosotros mismos, que compartiera nuestras ideas en castellano, aunque habían despertado cierto interés en algunos foros. Hoy, por suerte y a pesar de varios años de discontinuidades, nuestra página de Facebook tiene casi 500 seguidores, recibimos con frecuencia comentarios o mensajes privados de gente que ha descubierto el mutualismo gracias a nuestros artículos, y ya empezamos a conocer a otros compañeros que comparten nuestras ideas no sólo por Internet, sino también en persona. Incluso hay un número creciente de seguidoras.
En el pasado, este blog ha sido sobre todo un almacén de artículos y traducciones económicas acerca del capitalismo corporativo, el privilegio patrocinado por el Estado y las alternativas que podemos oponerles desde una perspectiva libertaria —es decir, el mercado libre y la empresa autogestionada—. Era normal, teniendo en cuenta que la economía es necesariamente el corazón de cualquier ideología sostenible; pero una vez apuntalada, tenemos el deber de ir más allá. En lo personal tengo el propósito de aprender y escribir más sobre educación, una faceta donde expertos como Ken Robinson y Salman Khan ya han dado las claves, pero que sólo un contexto mutualista puede llevar a la práctica en toda su extensión y radicalidad. Otros compañeros brillantes, que se incorporarán a escribir periódicamente en esta segunda venida, nos hablarán de filosofía y de sociología.
En el pasado se trataba de comprender bien la realidad para fundamentar nuestras ideas; hoy se trata de cambiarla, aprovechando las grietas de un sistema político y económico que languidece. En el Estado español no existe una alternativa mejor al mutualismo: a izquierda y derecha es imposible encontrar nadie que tenga a la vez ideales y argumentos, y poco podemos esperar de un liberalismo que, atrincherado en sus reuniones anuales de traje y corbata, se sabe y se siente de clase media-alta. En América Latina, siempre demasiado extensa como para abarcarla en unas líneas, nuestra ventaja es doble: no sólo somos una alternativa al capitalismo para las masas sino que podríamos ganar la simpatía de esas clases medias castigadas por la inflación y los impuestos. El mutualismo debe dejar de ser exclusivamente teórico para verter su teoría sobre los problemas de la gente: somos individualistas porque la libertad sólo puede plasmarse en el individuo de carne y hueso, libre y con acceso a la propiedad; pero somos socialistas porque esas ideas, llevadas a sus últimas consecuencias, resuelven las reclamas básicas del socialismo. Existen muchos problemas hoy como los desahucios, el paro, el monopolio eléctrico o el debate educativo donde nuestra voz debe imponerse sobre los intereses y sobre los demagogos. Existe también, en el Estado español, una profunda brecha territorial que podemos abordar recuperando el viejo ideal federalista y libertario de Pi i Margall, ajeno a los partisanos del nacionalismo central y periférico. Como diría Tucker, la oportunidad existe y el reto nos anima; se abre en nuestra época un horizonte de oportunidad que está en nuestra mano aprovechar.
En cuanto a las novedades, hemos traducido Iron Fist (¡por fin!), el mítico ensayo fundacional de Kevin Carson, que se publicará con la Editorial Innisfree y que muy posiblemente podamos difundir para nuestros lectores sin coste alguno. Además, fuentes bien informadas de la misma editorial nos comentan que se está trabajando desde hace meses para la publicación en castellano de Instead of a Book de Benjamin Tucker. Pase lo que pase, el mutualismo está aquí y ha vuelto para quedarse.
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One Response to La segunda venida del Mutualismo
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Mis felicitaciones por volver con el blog 😉