Las ventajas de ser mutualista
Síguese de ahí que la mutualidad tiene por principio, en lo que a la asociación se refiere, que los hombres no deben asociarse sino en cuanto lo requieran las exigencias de la producción, la baratura de los productos, las necesidades del consumo y la seguridad de los mismos productores-. – P-J. Proudhon.
Navegando por Internet he encontrado un artículo de un antiguo suplemento del periódico El Mundo, “Su dinero”, en el que se trata el tema del mutualismo (no-político), con algunas anotaciones interesantes.
Ante el peligro de confiar en la Seguridad Social, cuyo problema es, según Mercedes Gómez -la firmante del artículo- la existencia de muchos pensionistas y pocos cotizantes, es necesario buscar alternativas para una vejez digna (aunque la mutualidad no se limita solo a eso).
El artículo data de 1999, año en el que el número de trabajadores mutualistas era de 1,5 millones, y las asociaciones mutualistas manejaban alrededor de un billón de pesetas en toda España. En el País Vasco, por ejemplo, el 17% de los asalariados estaban asociado a una mutualidad.
Las prestaciones de las mutualidades, ahora mismo, se ciñen a jubilación, viudedad, orfandad, invalidez, incapacidad laboral, desempleo, asistencia sanitaria y jurídica y, en algunos casos, incluso becas y prestaciones no contributivas. Pero no debería sernos difícil, sobre esta base, construir mutualidades de vecindad (gestión de calles, parques, etc.), seguridad, medioambiente, escolares, de crédito, etc.
Nos dice la autora:
“Entre sus ventajas destacan: no tienen ánimo de lucro y, además, se autogestionan, lo que las hace más competitivas al no soportar los gastos o las comisiones por la cesión de la gestión a un tercero. El mutualista tampoco encontrará selección del riesgo; es decir, si un futuro asociado o cualquiera de sus familiares beneficiarios de la prestación tiene una enfermedad de cierta consideración, no puede ser discriminado de formar parte del sistema de previsión.”
Sobre los beneficios fiscales,
“las aportaciones realizadas a las mutualidades de previsión social por profesionales, empresarios individuales, cooperativistas o trabajadores por cuenta ajena se reducen de la base imponible en la misma medida que los planes de pensiones: hasta un 1.100.000 o el 20% de las rentas del trabajo.”
El movimiento anarquista español ya puso en práctica, décadas atrás, todos estos principios mutualistas: los obreros y los campesinos estaban asociados a todo tipo de organizaciones, cajas de resistencia, cooperativas de vivienda, de consumo y de producción, etc. Por cada anarquista había un periódico, una escuela racionalista y una asociación naturista…y todo ello sin pedir un céntimo al Estado. ¿Qué ha pasado con el anarquismo (pues es inseparable de unos medios y unos fines realmente anarquistas) después de la Guerra Civil?
Quizá es el momento de recuperar la riqueza de aquel movimiento y alejarse de la táctica marxista. Los impuestos no se extraen de la “burguesía”, y no van a parar a los obreros.
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2 Responses to Las ventajas de ser mutualista
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«Por cada anarquista había un periódico, una escuela racionalista y una asociación naturista…y todo ello sin pedir un céntimo al Estado. ¿Qué ha pasado con el anarquismo (pues es inseparable de unos medios y unos fines realmente anarquistas) después de la Guerra Civil?».
Esta vez Victor, y sin que sirva de precedente, me has convencido.
>>Los impuestos no se extraen de la “burguesía”, y no van a parar a los obreros.
Excelente. Eso acaba con el marxismo y el keynesianismo.