Perfilando la izquierda libertaria: un primer paso
Se trata de un artículo originalmente publicado por Gary Chartier en su blog, en el que resumen estupendamente las posiciones de la izquierda libertaria respecto a diversos temas, contrastando con los anarcocapitalistas de derechas y la izquierda tradicional.
El término “izquierda libertaria” es una mala traducción de la “libertarian-left” y debe entenderse realmente como “anarquismo de mercado de izquierdas” antes que como «izquierda libertaria» en el sentido que se utiliza aquí, pues los comunistas libertarios no están englobados en esta denominación de origen americano, cuando en el ámbito hispano y europeo sí tendría mucho sentido su inclusión.
Respecto al autor, es profesor de derecho y ética empresarial en la universidad de La Sierra (EEUU) y se define a sí mismo como libertario y socialista. Este verano, si todo marcha bien, publicará su Economic Justice and Natural Law a través de Cambridge.
Perfilando la izquierda libertaria: un primer paso
La izquierda libertaria (de aquí en adelante IL) puede ser vista como un ejercicio de presentación y propaganda. O puede ser vista como una expresión enérgica de las preocupaciones que deben estar en el corazón de los movimientos por la libertad.
Del mismo modo podría verse hablando a los libertarios cínicos y a los izquierdistas sobre la IL como una maniobra. Quizá sea un intento de vender los ideales libertarios, que están fundamentalmente en las antípodas de la agenda de la izquierda, a los izquierdistas confiados. O quizá es un esfuerzo para introducir una forma de vida alienígena en el interior del movimiento libertario, adhiriéndolo a preocupaciones que no tienen lugar en una agenda genuinamente libertaria.
Tampoco la importancia de la IL es remotamente persuasiva o atrayente.
La IL es auténticamente libertaria porque es a la vez antiestatista (los IL que me vienen a la mente son todos anarquistas; doy aquí por hecho que los IL son anarquistas, o algo que se le parece bastante, pero la diferencia es irrelevante) y porque afirma el valor de los mercados y los derechos de propiedad. Al mismo tiempo, la IL es auténticamente izquierdista porque intenta acabar con el privilegio, la jerarquía, la exclusión, la necesidad y la dominación –ideológicamente y de forma práctica simultáneamente- y porque puede mostrar un compromiso genuino por la inclusión, el fortalecimiento y el respeto mutuo.
Y puede hacer esto, no redefiniendo términos –de este modo, en última instancia, la libertad de la coacción física se convierte en la única clase de libertad que realmente importa – sino demostrando la consonancia entre los ideales libertarios y los principios y la buena fe de las preocupaciones centrales de la izquierda.
Esto puede tener implicaciones radicales de los principios libertarios comúnmente aceptados.
– Así, por ejemplo, se puede poner de relieve que en la historia el grado de violencia y confabulaciones con (o con el patrocinio de) la tiranía a favor de los individuos y las organizaciones económicamente poderosas han desvirtuado la legitimidad de los títulos de propiedad de esos individuos y de esas organizaciones y justifica la ocupación de su supuesta propiedad por aquellos que viven y trabajan en ellas.
– De forma similar, puede anotarse que la puesta en práctica íntegra de los principios libertarios sobre la injusticia y la inconveniencia del monopolio y el subsidio probablemente minaría, de muchas formas, el poder de las organizaciones empresariales jerárquicas y centralizadas y que facilitaría su sustitución por multitud de cooperativas de trabajadores y aumentaría dramáticamente la influencia de estos en todas las demás organizaciones o en muchas de ellas.
– Puede demostrar que estos mismos principios libertarios llevan correctamente al rechazo de cualquier tipo de privilegio que permita a las empresas influyentes, los grupos profesionales o los individuos usar el poder del Estado para explotar a otros (como cuando las alianzas empresariales obtienen privilegios fiscales que les proporcionan ventajas no provenientes del mercado sobre sus competidores, o cuando grupos profesionales perjudican tanto al público como a los precarios competidores potenciales manteniendo sus privilegios y su riqueza a través de costosos requisitos de licencia impuestos o mantenidos por el Estado).
– Y puede insistir en que los mismos principios que condenan el Estado en general proporcionan una base poderosa para oponerse a la guerra y particularmente al imperialismo.
Esto puede además enfatizar el punto de que los mismos principios morales que conducen a oponerse a la opresión estatal pueden proporcionar una buena razón para cambiar las cuestiones de iniquidad social que correctamente demandan la atención de mucha gente de izquierdas. En la medida en que su oposición al poder estatal se basa en una teoría moral, del tipo que sea, se pueden mostrar otras preocupaciones derivadas de tal teoría. La teoría del derecho natural, la teoría de la virtud, el kantianismo, el pluralismo moral, incluso (aunque todavía me parece imposible, por múltiples razones) el consecuencialismo –todos pueden mostrarse en apoyo del anarquismo de mercado, y todos pueden mostrarse en un terreno moral independiente de las preocupaciones del anarquismo de mercado. Y (por ejemplo) la preocupación por la igualdad moral de las personas es la base de la negación de cualquier “derecho natural de gobernar” y del rechazo de supresión colectivista de la individualidad así como de los insostenibles moralmente racismo, sexismo y heterosexismo.
Los libertarios de derechas pueden inclinarse a rechazar la posición libertaria de la izquierda en muchos campos. Pueden mantener que no hay nada particularmente libertario en la preocupación por la autoridad en el lugar de trabajo, en ser asalariado o en, digamos, el racismo. O pueden argumentar, más fuertemente, que tales preocupaciones son antilibertarias.
Lo persuasivo de la objeción dependerá en parte del fundamento de la oposición de uno mismo al Estado. En la medida en que se dirige a una teoría moral particular, sin embargo, esta teoría puede ser utilizada probablemente para generar juicios morales sobre otros asuntos además del poder estatal. No hay nada arbitrario alrededor del argumento de que una determinada teoría conduce al respeto de la libertad así como a otros juicios morales y actitudes.
Por supuesto, un libertario de derechas podría decir que él afirma el valor de la libertad como básico, como infundado en ningún otro juicio moral. Pero el libertario de izquierda no concibe una completa desconexión entre una preocupación por el racismo, la autoridad en el lugar de trabajo o la pobreza y la libertad concebida como un valor básico. Esto no es solo porque (el libertario de izquierda podría decir) las estructuras y las acciones que violan la libertad en el sentido del libertario de derechas sirven para promover la subordinación de los trabajadores y las minorías étnicas, así como el empobrecimiento continuo de los pobres, sino porque también parece incoherente oponerse a la autoridad arbitraria de los actores estatales mientras la autoridad de los que no amenazan con la violencia física se considera moralmente neutra.
La objeción estándar de los libertarios de derechas en este punto podría ser que la autoridad no se sostiene con la fuerza física o la amenaza de la fuerza física no pueden justamente ser opuesta usando la fuerza física. Pero esta objeción es un pretexto para llamar la atención.
Los libertarios de izquierdas no consideran que la agresión contra personas o propiedades sea una respuesta apropiada a las conductas no violentas pero moralmente cuestionables. Los boicots organizados, la presión por vergüenza, el rechazo, el uso de diversos medios intimidatorios públicos y privados, huelgas, y otros mecanismos para presionar sobre las normas sociales y las reglas que no violan los principios de no agresión son completamente viables para el libertario de izquierdas.
El libertario de izquierdas puede también enfatizar que, mientras está (tolerablemente) claro qué significa una agresión contra el cuerpo de alguien, mientras que la noción del cuerpo de alguien es relativamente estable, cuándo es apropiado considerar una agresión contra la propiedad de alguien será cuestionable, y dependerá, en particular, de lo justo que sea su título de propiedad. Un tribunal en una comunidad mutualista reconocerá comparativamente más rápido el derecho de los trabajadores a ocupar una fábrica abandonada que una comunidad con derechos lockeanos de propiedad. Un jurado local en una comunidad anarquista de mercado podría sentenciar perfectamente que los derechos de propiedad comercial estaban preparados para impedir la exclusión por motivo de raza. No hay nada del anarquismo de mercado, pero se, que resuelva la cuestión de cómo serán o deberán interpretarse los derechos de propiedad en las diferentes comunidades, o simplemente cuándo los distintos tribunales u organismos de protección tendrán que inclinarse a sentenciar agravios o contratos de daños y perjuicios. Qué derecho debe ser aprobado por un sistema jurídico en una comunidad anarquista de mercado, y qué recursos deben disponerse contra su infracción, solo puede ser contestado en términos de argumento moral en desarrollo –el tipo de argumento que permite que diversas comunidades en una sociedad anarquista de mercado puedan servir como laboratorio de estos experimentos en vivo.
Los libertarios no izquierdistas (NILs) podrían desconfiar igualmente del libertarismo de izquierda. Podrían dudar que los libertarios de izquierdas estén realmente preocupados por la gente pobre, por los trabajadores, por las minorías sexuales y por otros sobre los que dicen preocuparse. Tal y como los libertarios de izquierda pueden correctamente rechazar la visión que tienen los libertarios de derechas sobre la IL como estatista o irrelevante para la libertad, los libertarios de izquierdas pueden correctamente rechazar la visión que tienen los izquierdistas no libertarios de la IL como despreocupados por la exclusión, la dominación y el hambre.
Aquí, los libertarios de izquierdas tienen que enfatizar frente a los NIL hasta qué punto está realmente implicado el Estado en las estructuras de subordinación, violencia y empobrecimiento que ellos también detestan. Los libertarios de izquierdas pueden correctamente enfatizar el papel que juega el Estado para asegurar el supuesto poder privado garantizando privilegios de monopolio y subsidios. La izquierda libertaria puede apostar frente a los NIL que la supresión de la amenaza de la violencia estatal como respaldo de tal poder podría ayudar enormemente a su caída.
La izquierda libertaria puede apuntar que el anarquismo de mercado no es y no puede significar el mantenimiento del actual sistema de relaciones de propiedad, intacto, en ausencia del poder estatal –no solo por los desacuerdos sobre las reglas de propiedad (como entre lockeanos y mutualistas) sino también por la injusticia que invalida muchos títulos de propiedad existentes (como los latifundios de Latinoamérica). Y puede hacer hincapié, frente a los libertarios de derechas, que adherirse al principio de Leonard Read de limitar las acciones de uno mismo a “todo lo pacífico” no significa necesariamente abandonar el derecho de someter la conducta de aquellos que usan su propiedad de formas moralmente reprobables a una crítica incisiva ni dejar de ejercer una influencia significativa en esta conducta.
El libertarismo de izquierda representa un particular desarrollo radical de los juicios morales libertarios generalmente reconocidos y una elaboración de sus implicaciones en los principios morales que puede ser observado para proporcionar una base plausible para el rechazo del estatismo. Puede proporcionar las bases para un reto, y significa la reducción o el fin de la exclusión, la subordinación y la privación, lo cual es auténticamente consistente con el anarquismo de mercado. De este modo, puede perfilar una identificación de los fines libertarios e izquierdistas, y puede persuasivamente reorientar estos fines y significados como genuinamente libertarios y genuinamente izquierdistas a la vez.
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14 Responses to Perfilando la izquierda libertaria: un primer paso
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Todo un personaje este Gary Chartier, y si articulo esta buenisimo. Victor pon su blog en enlaces de bitacoras amigas
saludos
de veras interesante…
por éste me considero un anticapitalista por el libre mercado.
Si por capitalismo entendemos el sistema neoliberista de hoy que no quiere reglas de mercado pero que luego las impone a las pequeñas y medianas empresas, un capitalismo asistido por el estado, statalista y absolutamente destructivo y no libero, un capitalismo que crea grupo de presión, carteles y poder de establecer dominio sobre el mercado, entonces yo me declaro Anticapitalista. Si en cambio por capitalismo entendemos un sistema de auténtico libre mercado antistatalista o de Anarquía de Mercado dónde las únicas reglas son aquellos establecidos por el mercado y por lo tanto del consumidor que elige el producto que quiere al precio que quiere, un mercado que sin Estado es por condición de hechos descentralizado y dónde según la más pura teoría liberal el estado no interviene absolutamente a salvar los mega-empresa con las contribuciones públicas para favorecer los intereses de los dominadores financieros y bancarios, entonces yo me declaro Capitalista.
¿En efecto es Libre Mercado progreso, pero cuál mercado?
Saludos,
Domenico
Una vez leido este artículo me resulta aún más extraña la expresión Rothbarismo de izquierdas, porque pienso que es una redundancia!! No hay nada en el pensamiento de Rothbard (al menos en lo que aparece en Ética de la Libertad y Hacia una nueva Libertad) que contradiga lo expuesto en ese artículo. Leed esos dos libros si no lo habeis hecho ya, son buenísimos.
A. chema: no he leido los libros que dices, pero no te parece que en «propiedad e intercambio» si hay varias contradiciones sobre todo por el concepto tipico de la propiedad, que son desviaciones a lo que deberia ser el libre mercado?
Bueno esta pregunta se traduce (si no la entediste) en ¿ no te parece la propiedad privada (como concepto clasico) contradictorio con el libre mercado?
saludos cordiales
@ Domenico:
Comparto completamente tu opinión. 🙂
@ A. Chena:
Si bien es cierto que Rothbard tenía un pensamiento mucho más progresista de lo que piensan sus detractores -y mucho más progersista, también, que los ancaps actuales- nunca le oí poner especial incapié en la conveniencia de las empresas cooperativas. Sí comenta que los bienes públicos deberían pasar a sus trabajadores, pero más por una cuestión de derecho que de rechazo de la subordinación, como dice Chartier.
Por cierto, no me deja comentar en tu blog!
PD: Marco, ya lo he agregado.
Marco, no sólo no me parece contradictoria con el libre mercado, sino que creo que es un requisito esencial para que la libertad de mercado exista.
Victor, Rothbard, probablemente pensaba que las empresas cooperativas eran menos eficientes (esto es suposición mia) pero jamás se opuso a su existencia por una razón muy simple: hacerlo hubiese significado negar sus propios principios. Insisto, leed Ética de la Libertad (Unión Editorial) y vereis que su concepto de la propiedad no se opone a la propiedad cooperativa, al margen de que a él le pudiera gustar más o menos.
Victor, prueba de nuevo a comentar en mi blog. He modificado algo. (no se si funcionará)
chena no entiendo tu comentario, ¿como es que te parece contradictorio la propiedad privada y el libre mercado? y ¿ademas lo crees esencial para que exista? AMBOS! al mismo tiempo ¿? :S
La única forma de que haya libre intercambio de bienes (mercado libre) es que haya libre disposición de ellos (propiedad privada).
Vamos Marco no vas a retroceder a debates de otros sitios.
fabrizio ¿como la propiedad privada puede ser privada y a la vez estar «libremente disponible»? otra ves me quieres vender 10 mt de cable inalambrico¿? jajaja 😀
http://brigantilibertari.blogspot.com/2008/12/pensando-la-sinistra-libertaria-un.html
Bueno esta pregunta se traduce (si no la entediste) en ¿ no te parece la propiedad privada (como concepto clasico) contradictorio con el libre mercado? (Marco dixit)
Cómo?! No has leeido lo que has escrito? Eres tú quien dice que el concepto de propiedad de Rothbard es contradictorio con el libre mercado. Yo sostengo lo contrario. Y como dice Fabricio sin propiedad privada no hay libre intercambio porque no se puede intercambiar lo que no es tuyo.
pero no hablo de tu propiedad privada (producto de tu trabajo) , si no de la propiedad privada de la tierra (los recursos naturales)
Marco, luego no nos digas que nos desviamos del tema de los hilos 😀
sorry no volvera a pasar, es que me he dejado llevar , pero ya esta se acabo
saludos