Preferencia temporal, monopolios y poder
Viejo artículo de Alberto García publicado originalmente en: http://www.alasbarricadas.org/blackblogs/poderdual/?title=preferencia_temporal_monopolios_y_poder&more=1&c=1&tb=1&pb=1
Una de las mayores tonterías que existen en el mundo es el intento de justificar las rentas de capital en base a la teoría de la preferencia temporal. No se sostiene. Es idealismo puro y duro.
La teoría de la preferencia temporal dice que una persona no accederá a prestar un recurso del que disponga, posponiendo su consumo en el presente, a menos que se vea compensada por ello en el futuro con algo que satisfaga su coste de oportunidad. Hablando en plata, que si yo hoy te presto 1.000 euros y por lo tanto renuncio a poder utilizar ese capital, sólo lo haré si el día de mañana me vas a dar 1.100. Esos 100 euros conseguidos así por el arte y la gracia de las leyes de la acción humana (o el espíritu santo que para el caso es lo mismo) es lo que mueve a la gente a prestar el capital, y no sólo eso sino también es lo que propicia el progreso, el desarrollo, y si nos descuidamos la paz, el amor y la felicidad.
Este argumento se usa habitualmente para justificar la lógica del capitalismo. Hay una explicación más razonable para justificar el por qué existe el interés pero esa, valga la redundancia, no interesa a los economistas. Lo que hace que la gente cargue un interés es el control monopólico que se tiene sobre los recursos. Es una cuestión de poder. Vamos a ver, si yo tengo un capital y tú no, tú me necesitas, o mejor dicho necesitas mi capital. Y como necesitas mi capital, te tengo en mis manos, y me darás lo que yo te pida por mi capital. Como la ley de la oferta y la demanda me beneficia pues podré obtener un precio más o menos alto por mi capital. Y esto queda demostrado empíricamente porque los trabajadores cuando la empresa para la que trabajan entra en suspensión de pagos, por mucho que tengan que posponer el consumo, cuando les pagan no les pagan de más, sino lo que les debían. Y punto. Pero es que claro, los trabajadores no tienen poder para exigir, pero los capitalistas sí.
En el capitalismo el mercado está controlado por los que monopolizan los recursos. Gente como Thomas Hodgskin, Pierre-Joseph Proudhon o Silvio Gesell se dieron cuenta de esto y le declararon la guerra a los monopolios.
Es cierto sin embargo, que los recursos son escasos y que una persona puede no querer renunciar a algo que tenga y le pueda ser de utilidad sin nada que le compense la molestia de hacerlo. Algo de verdad hay en la teoría de la preferencia temporal. El problema es cuando se pretende hacer creer que todo el capitalismo se explica por eso. Eso es una soberana tontería. La mayor parte del capitalismo se explica por el control monopólico de unas pocas personas sobre los recursos y quizás una pequeña parte por la preferencia temporal de los individuos. Lo que hacen los economistas, es contarnos un modelo teórico, que nada se parece a la realidad. Con ese modelo teórico justifican intelectualmente la lógica capitalista y hacen que parezca razonable, pero en realidad no es más que una visión idílica. En el mundo real, las cosas no son tan así.
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8 Responses to Preferencia temporal, monopolios y poder
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Magnífico artículo. Gran idea el recuperarlo.
Por cierto, veo que habéis puesto contador de visitas y que estas marchan viento en popa. No me extraña en absoluto, ya que os estáis trabajando mucho la web!
Un saludo, ánimo!
G.
inviten a alberto garcia a participar 🙂
No se puede leer lo que está sobre fondo gris.
Corrijan eso.
No, un economista te diría que si el obrero tiene un contrato que dice que el capitalista debe pagar con intereses cuando se retrase en el pago, entonces lo tiene q hacer.
Soy el autor del artículo.
> No, un economista te diría que si el obrero tiene un contrato que dice que el capitalista debe pagar con intereses cuando se retrase en el pago, entonces lo tiene q hacer.
Entonces la teoría mística de la acción humana al final se queda en nada y vemos como es una cuestión de poder o no poder exigir que es a lo que yo quería ir.
Lo que trata el artículo es que la mayoría de economistas cierran los ojos ante el tema del poder y se montan una teoría sobre el comportamiento lógico humano para no tener que hablar de ese tema.
Pero es que meterse en ese tema llevaría a pensar de donde sale ese poder y analizarlo llevaría a declarar la guerra total a los monopolios, cosa que pocos han hecho, porque es declararle la guerra al Estado.
Alberto
Creo que la crítica es un poco desacertada. La preferencia temporal es algo que existe independientemente de las luchas de poder, como explicó Böhm-Bawerk, existiría hasta bajo el socialismo. Es una simple valoración subjetiva que determina el ahorro, el cual, a su vez, determina el interés. La mayoría de los capitales están formados de esa forma. La cuestión del poder (o de si los capitales se formaron mediante la coacción, la «acumulación originaria», etc.) es algo accidental.
Y yo en mi artículo no rechazo la idea, ¡es más admito su validez! Lo que yo critico es a los economistas que pretenden explicar a todo el capitalismo actual, como se forman los intereses y demás basandose en ese principio e ignorando el papel que ha tenido y tienen los monopolios salvaguardados por el Estado.
Langlois, me parece que Alberto criticaba el uso de la teoría de la preferencia temporal para justificar el trabajo asalariado, como si los obreros solo fueran sujetos que valoran más el consumo presente -a través del salario- que el futuro -a través de las ganancias que les diera el capital ahorrado-. Esto es, obviamente, una falacia liberal.