Rothbard, ¿contra la globalización?
O, al menos, muy lejos de lo que los anti-globalización entienden por un apologista de la misma:
«Los conservadores norteamericanos insisten en particular en resaltar ante los países retrasados las grandes posibilidades y la importancia de las inversiones privadas procedentes de los países avanzados, y les incitan a crear un clima favorable a las mismas, de modo que no se vean sujetas al instigamiento de los gobernantes. Todo ello es muy cierto, pero, una vez más, a menudo es irreal, dada la situación de estos países. Estos conservadores caen persistentemente en el error de no saber distinguir entre las inversiones exteriores legítimas del mercado libre y las basadas en concesiones monopolistas y en donaciones de vastas extensiones de tierras otorgadas por los Estados subdesarrollados. En la medida en que las inversiones exteriores se basan en monopolios y en agresiones contra el campesinado, en esa misma medida adquiere el capitalismo extranjero las características de los señores feudales y debe ser combatido con los mismos medios«. (La ética de la libertad, p. 113).
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3 Responses to Rothbard, ¿contra la globalización?
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Es que la ética de Rothbard es tan «antinatural» que te justifica cosas muy raras. Si atacar al enemigo es rentable se hará, por mucha ética que intentemos poner por delantes. Así se entiende que el primer país fundado «para la libertad» (EE.UU) se haya convertido en un imperio burocrático, colonialista y casi genocida.
Además de que la ética de Rothbard parte de una premisa falsa, que la sociedad es una unión voluntaria de humanos libres. Esto es totalmente falso, la sociedad es anterior al ser humano (en papel de especie y en papel de individuo) por lo que dudo mucho que el individuo pueda o tenga derecho al solipsismo moral dentro de la sociedad, como máximo se puede hacer ermitaño como el amigo Thoreau.
Pero no me negarás que su visión de la globalización no es mucho más honesta de la que estamos acostumbrados a leer en otros autores liberales y anarcocapitalistas (se me ocurren Johan Norberg y George Reisman). 🙂
Sobre el carácter «natural» de los derechos estoy bastante de acuerdo contigo, pero si cambiamos «naturales» por «deseables» seguiría estando en gran parte de acuerdo con él.
Respecto a la sociedad y el individuo: el todo y la parte son correlativas, no tiene sentido afirmar que una es anterior a la otra (y a pesar de ello, se podría argumentar que las familias cazadoras-recolectoras se integraron voluntariamente para formar la «socieda», cuando eran incapaces de proveerse independientemente de determinados servicios, como históricamente ocurrió). Curiosamente, ahora mismo estaba escribiendo un artículo sobre el individualismo metodológico para Societas Maris con los mismos temas de fondo.
Un saludo.
«respuesta rápida».
No me desagrada la argumentación rothbardiana, conocía por referencias la rama más «izquierdista» de este. Como mérito suyo se podría decir que era alguien fiel a sus ideas, aunque estas ideas diesen como resultado cosas tan ajena a su espiritu «burgués» y de «derechas» (sin acritud) como la nueva izquierda.
Ya sigo con lo otro más tarde.